En el marco de las investigaciones para conocer el alcance de contagio, y las distintas maneras de propagación que tiene el coronavirus COVID-19, los científicos dieron con una nueva posibilidad cotidiana de transmisión.
Según un informe reciente, el simple acto de tirar la cadena del inodoro sin tener precauciones podría esparcir partículas del COVID-19, ya que se han encontrado muestras del virus activo en heces de pacientes que han portado la enfermedad.
Así lo menciona Ji-Xiang Wang, quien investiga fluidos en la Universidad de Yangzhou en Yangzhou, China, por lo que apuntó al Washington Post que "los usuarios necesitan cerrar la tapa primero y luego desencadenar el proceso de descarga".
Un simple paso que podría evitar el contagio, ya que al descargar el agua, pequeños pedazos de materia fecal pueden ser expulsados al aire y convertirse en gotas para luego asentarse en los alrededores.
A esto se suma que un estudio de muestras de aire en dos hospitales en Wuhan, China, reveló que aunque las partóculas de coronavirus en salas de aislamiento y habitaciones ventiladas de pacientes eran muy bajos, "era mayor en las áreas de baño utilizadas por los pacientes".
Bajo esta misma línea el trabajo de campo de Charles P. Gerba, microbiólogo de la universidad de Arizona, publicado en la revista Physics of Fluids, descubrió que la descarga de los inodoros de una sola entrada, que empujan el agua hacia abajo, y los inodoros que vierten agua desde el borde son un "transporte masivo" para el virus.
Además se descubrió que las partículas pueden alcanzar alturas de un metro y flotar en el aire durante más de un minuto.