La ISS protagonizó varios tuits amenazantes del jefe de la agencia espacial rusa, Dmitri Rogozin, quien advirtió el jueves que las sanciones de Estados Unidos podrían "destruir" la cooperación entre ambos países y dijo que la plataforma de investigación se precipitaría contra la Tierra sin la ayuda de Rusia.
Los expertos ven tales amenazas como parte de la retórica política encendida. "Nadie quiere poner en peligro la vida de los astronautas y cosmonautas con maniobras políticas", dijo a la AFP John Logsdon, profesor y analista espacial de la Universidad George Washington.
"Fue una decisión muy consciente cuando Rusia se incorporó como socio de la estación en 1994 para hacer que la estación fuera interdependiente", agregó, una decisión tomada en ese momento teniendo en cuenta las preocupaciones de costo y velocidad.
La ISS es el mundo en el espacio
La ISS, una cooperación entre Estados Unidos, Canadá, Japón, Europa y Rusia, se divide en dos secciones: el segmento orbital estadounidense y el segmento orbital ruso, cada uno de los cuales fue construido y es gestionado por su país.
En la actualidad, la ISS depende de un sistema de propulsión ruso para mantener su órbita, a unas 250 millas (400 kilómetros) sobre el nivel del mar, mientras que el segmento estadounidense es responsable de la electricidad y los sistemas de soporte vital.
Rogozin hizo referencia a esta codependencia en una serie de tuits hostiles publicados poco después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunciara sanciones contra la industria aeroespacial de Rusia.
¿Quién impediría que la ISS caiga?
"Si bloquea la cooperación con nosotros, ¿quién salvará a la ISS de salirse de órbita sin control y caer en territorio estadounidense o europeo?", escribió Rogozin, señalando que la estación no sobrevuela gran parte de Rusia.
La NASA, por su parte, respondió con una declaración suave que enfatiza que "continúa trabajando" con "todos" sus socios internacionales, "incluida la Agencia Espacial Federal Roscosmos, para las operaciones seguras en curso de la Estación Espacial Internacional".
Julie Patarin-Jossec, académica francesa y autora de un libro sobre la ISS, subrayó que Rogozin "es una figura política, conocida por ser muy leal al poder" y tiene un historial de declaraciones virulentas.
Los que están a bordo de la estación, los rusos Anton Shkaplerov y Pyotr Dubrov, los estadounidenses Raja Chari, Thomas Marshburn y Kayla Barron, y el alemán Matthias Maurer, son profesionales altamente capacitados y es poco probable que se vean afectados, dijo a la AFP.
"La mayoría de los astronautas de las últimas décadas, o que han tenido experiencia en la ISS, están muy apegados a la cooperación internacional", dijo Patarin-Jossec.
Es más, agregó, retirarse del programa de la ISS dejaría a Rusia sin un programa espacial tripulado, a menos que vire rápidamente para trabajar con China a bordo de la estación espacial Tiangong, que aún está en construcción y actualmente alberga una tripulación de tres miembros.
jov (afp, Reuters)