Decenas de leones marinos han aparecido enfermos, algunos moribundos, en las playas de California central en los últimos dos meses.

Y el enemigo está en el propio océano que les da la vida.

"Hemos tenido mucho trabajo", le cuenta a BBC Mundo Shawn Johnson, director de ciencia veterinaria en el Centro de Mamíferos Marinos situado cerca de Sausalito, al otro lado de San Francisco.

Bajo su coordinación, los veterinarios del centro apenas han tenido respiro.

Y lo que más los ha mantenido ocupados han sido los casos, cada vez más numerosos, de envenenamiento por ácido domoico, una neurotoxina.

Encontrar un león marino u otro gran mamífero dando bocanadas o agitado por las convulsiones sobre la arena de la playa no debe ser una escena fácil de procesar.

Pero la única esperanza que tienen estos animales es ser vistos y que alguien alerte a los expertos del centro en Sausalito.

Si su condición lo requiere, el animal es trasladado ahí y el equipo de veterinarios y científicos hace un diagnóstico del problema.

"En el caso de envenenamiento por ácido domoico, una neurotoxina que causa convulsiones, intentamos frenarlas con medicación y les damos cuidados de emergencia", le explica Johnson a BBC Mundo.

Pero, ¿cómo está llegando este ácido al organismo de los leones marinos?

De las algas

El ácido domoico es producidopor determinadas algas marinas, como por ejemplo el alga roja llamada "doumoi" o "hanayanagi" (Chondria armata).

"Los peces se las comen y acumulan la toxina en su cuerpo", explica Johnson.

"Esto no los afecta a ellos, pero los mamíferos marinos se comen muchos peces e ingieren grandes dosis de esta toxina que les llega al flujo sanguíneo y al cerebro", agrega.

También se han producido intoxicaciones por acido domoico en humanos.

En Canadá en los años 80 causó la muerte a varias personas que formaban parte de un grupo que consumió mejillones contaminados.

Aumento de las temperaturas

Shawn Johnson indica que las floraciones de estas algas tóxicas se producen en distintos momentos del año y en determinadas condiciones.

Los expertos coinciden en explicar el incremento de las algas tóxicas por el cambio climático y el ascenso de las temperaturas.

Y desde el mes de junio, los científicos del Centro de Mamíferos Marinos han tratado a 89 animales, 82 de ellos eran leones marinos.

La mayor parte apareció en las playas de la zona de San Luis Obispo, donde se formó una gran concentración de algas en el océano.

Y prácticamente todos los leones marinos rescatados sufrieron las temidas convulsiones.

"Lo más urgente es que el cuerpo expulse la toxina y le damos al animal otra medicación para proteger el cerebro. Las convulsiones pueden producir lesiones cerebrales permanentes", explica Johnson.

"Después de tratar las convulsiones durante una semana empezamos a estudiar otros tratamientos y determinamos si hay daño cerebral o no", dice del tratamiento.

Si el animal se recupera, lo vuelven a depositar en el océano y le colocan una etiqueta de identificación por si aparece en otro sitio que se sepa que ha estado en un centro de rehabilitación.

La buena noticia: de los 82 leones marinos atendidos en el centro, los veterinarios lograron salvar a 51.

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