El fundador del gigante chino de las telecomunicaciones Huawei, objeto de sanciones estadounidenses, pidió el martes a la administración de Joe Biden una "política de apertura" en un encuentro con la prensa, en el que se mostró confiado sobre la "surpervivencia" del grupo.
La administración del expresidente Donald Trump colocó a Huawei en la lista negra para impedirle adquirir tecnologías estadounidenses indispensables para sus teléfonos.
"Esperamos que la nueva administración tendrá (con Huawei) una política de apertura que será beneficiosa" para Estados Unidos, dijo Ren Zhengfei, que creó la compañía en 1987.
Huawei es actualmente un mastodonte planetario.
Presente en 170 países y con 194.000 empleados, la firma está en el centro de la rivalidad chino-estadounidense con el telón de fondo de la guerra comercial y tecnológica y sospechas de espionaje.
Esta desconfianza con la empresa procede en parte del pasado militar de Ren Zhengfei y su afiliación al Partido Comunista chino, que alimenta las sospechas sobre la supuesta influencia del régimen en el grupo.
Pese a las sanciones estadounidenses, el fundador de Huawei dijo el martes que "sigue esperando poder comprar grandes volúmenes de materiales, componentes y equipos estadounidenses".
Ren considera que la "capacidad de supervivencia de Huawei ha aumentado" pese a la presión de Washington.
