Después de más de medio siglo de hostilidades y dos años de acercamiento, La Habana se enfrenta a uno de los incidentes más curiosos en las relaciones cubano-estadounidenses de los últimos tiempos con la reciente expulsión de dos diplomáticos cubanos de EE.UU. Al parecer, a consecuencia de una extraña "enfermedad" que sufrieron miembros del cuerpo diplomático estadounidense durante su estancia en Cuba.
Por parte de Estados Unidos, no hay explicaciones claras en lo referente a esa enfermedad, pero la cadena CNN citó fuentes oficiales diciendo que al menos dos diplomáticos estadounidenses tuvieron que ser trasladados a su país el año pasado para recibir tratamiento tras sufrir "un ataque acústico" con "dispositivos de sonido".
¿Armas acústicas?
Según este medio, alguno de los diplomáticos destinados en Cuba habría sufrido pérdida de audición permanente como resultado de ese "ataque acústico". La portavoz del ministerio de Defensa estadounidense, Heather Nauert, explicó que el primer caso se detectó en 2016. Sin embargo, no se aportaron datos sobre el número de diplomáticos afectados ni el tipo de síntomas. "Como consecuencia pedimos a dos cubanos que abandonen Estados Unidos y así lo hicieron", aclaró la portavoz.
En referencia al ataque, la información de CNN menciona a oficiales estadounidenses que hablan de un sofisticado sistema que escapa del rango de audición humano, que podría haber sido utilizado en las residencias de los diplomáticos en La Habana. "Como hay variedad de síntomas, podría haber varias fuentes", explica un oficial a CNN. "Por eso somos cautelosos sobre lo que decimos. Hay muchas cosas que no sabemos".
Ante la pregunta sobre la existencia de semejante tecnología, un experto alemán consultado no quiso pronunciarse al respecto y dijo que solo se puede especular debido a la falta de información disponible.
Si bien en los últimos años se ha avanzado en el uso de las llamadas "armas acústicas ", se trata de la tecnología LRAD (Long Range Acoustic Device), un sistema basado en altavoces direccionales que permite emitir una intensa señal a través de un haz de sonido. Más que un arma, es un altavoz a distancia, pero su cercanía podría provocar lesiones y ya se ha utilizado como "herramienta" disuasoria para manifestaciones, como durante los disturbios de la cumbre del G20 en Pittsburg, en 2009, o en la lucha contra piratas en el mar de Cuerno de África. En el supuesto ataque a diplomáticos en Cuba habría resultado inviable esa tecnología.
Colaboración de Cuba
El gobierno cubano negó toda implicación en estos supuestos "incidentes" y protestó por la expulsión, ofreciendo al gobierno estadounidense colaboración para investigar tales casos tan misteriosos. Desde la primera información que recibieron sobre esos incidentes en febrero de este año, "Cuba se tomó con suma seriedad el asunto y actuó con celeridad y profesionalismo para el esclarecimiento de esta situación, iniciando una investigación exhaustiva, prioritaria y urgente por indicación del más alto nivel del Gobierno cubano", dice el comunicado publicado en la prensa oficial de la isla.
El Ministerio de Relaciones Exteriores "enfatiza categóricamente que Cuba jamás ha permitido ni permitirá que el territorio cubano sea utilizado para cualquier acción en contra de funcionarios diplomáticos acreditados ni sus familiares, sin excepción. Asimismo, reitera la disposición a cooperar para lograr el esclarecimiento", dice el comunicado.
Sobre las relaciones entre la Habana y Washington, este extraño capítulo podría ser otro obstáculo en el deterioro de las relaciones tras la llegada al poder de Donald Trump, que prometió que daría marcha atrás en el acercamiento iniciado por Barack Obama. Entre otras cosas, Trump anunció en junio pasado un endurecimiento de las condiciones para viajar a Cuba y la prohibición a empresas de su país de realizar negocios con compañías vinculadas a las fuerzas armadas de la isla.