Históricamente ha existido un prejuicio en torno al mundo de los videojuegos, siempre asociado a los niños y jóvenes, y también, en muchos casos, a ciertos patrones de violencia. Sin embargo, Isabel Martinotti, más conocida en las redes como “la abuela gamer”, derriba todos esos mitos: juega hace más de 15 años y afirma que los videojuegos pueden servir para “generar algo maravilloso con tu familia”.

La historia de la abuela gamer traspasó fronteras y causó admiración en internet. Isabel Martinotti es argentina y vive en Buenos Aires, tiene 84 años y siente una adoración por los videojuegos. Descubrió esta afición gracias a su nieto, quien a los 9 años comenzó a jugar con ella durante los tiempos de ocio.

“Todo empezó porque mi nieto empezó a salir solo y me puse a jugar con él. Ahí pudimos hablar más y yo pude conocer más de la vida de mi nieto y aconsejarlo (…) lo que me permitió tener una relación mucho más abierta con él”, afirmó Martinotti a HyperX.

La “abuela gamer” comenzó a adquirir notoriedad a través de internet cuando decidió subir videos a la plataforma de Youtube. Esto llamó profundamente la atención de los usuarios y también de medios televisivos argentinos, que se interesaron por la historia de Martinotti.

De este modo, la mujer de 84 años, en diálogo con HyperX, declaró que los videojuegos “le encantan” y que espera “seguir haciéndolo por muchos años más”.

Martinotti, que tiene como sus juegos predilectos la franquicia de Final Fantasy y The Witcher 3, arrasa en las redes sociales, con páginas que llevan su nombre y que suman miles de seguidores.

Ella, en desmedro a quienes creen que los videojuegos pueden generar conductas violentas en sus usuarios, confía en el carácter educativo de esta forma de entretenimiento.

“A mí me encantan los jueguitos. Esto no tiene edad y cualquiera puede hacerlo, además de que te ayuda a ejercitar la mente y a buscar soluciones para problemas”.

Asimismo, la particular abuela aconseja a todos los gamers para que la experiencia sea lo más saludable y entretenida posible: “Jueguen, descansen 15 minutos, den una caminata, ejerciten el cuerpo y luego vuelvan a seguir jugando”.

Finalmente, Isabel Martinotti, la abuela gamer, reconoció a los videojuegos como una gran herramienta educativa para sus nietos, indicando que fueron fundamentales para que ellos sean “buenos seres humanos”.

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