La larga vida de Nabi Tajima terminó este sábado.

La anciana japonesa, que falleció en la isla suroriental de Kikai, vivió 117 años y 261 días, y era considerada por el libro Guinness de los récords como la persona más longeva del mundo.

De acuerdo con el reporte médico, Tajima falleció en el hospital, donde se encontraba hospitalizada desde enero de este año por su delicado estado de salud.

Pero sus marcas no quedaron ahí: se cree que era la persona asiática más longeva de la historia y la tercera en vivir más tiempo en todo el mundo, detrás de la estadounidense Sarah Knauss y la francesa Jeanne Calment, al menos hasta donde existen registros.

Según Guinness, era, además, la última persona viva de quien se tiene evidencia que nació en siglo XIX y la más longeva que ha vivido en el siglo XXI.

Y es que Tajima tuvo el extraño privilegio de vivir en tres siglos: nació, según los registros, el 4 de agosto de 1900 (siglo XIX), vivió la mayor parte de su vida en el siglo XX, y murió finalmente ya entrado el XXI.

De acuerdo con medios japoneses, la mujer tuvo más de 160 descendientes a lo largo de su vida, que incluyen nueve hijos, 28 nietos, 56 bisnietos y 35 tataranietos.

El Grupo de Investigación Gerontológica con sede en los Estados Unidos informó que, tras la muerte de Tajima, otra japonesa, Chiyo Yoshida, de 116 años, es ahora la persona más anciana del mundo, según los registros.

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