AFP
Los talibanes desmintieron este domingo haber matado a la hija y violado a la esposa del exrehén canadiense Joshua Boyle, tal como éste los acusó al retornar a Canadá, tras cinco años de cautiverio en Afganistán y Pakistán.
Los talibanes alegan que la muerte del bebé se produjo por un "aborto" natural.
"Las acusaciones del detenido canadiense contra los muyaidines del Emirato islámico carecen de fundamento", anunciaron los talibanes en un comunicado de su portavoz, Zabihulá Mujahid, colgado en internet.
"Durante su detención y hasta su liberación, el marido y la mujer nunca estuvieron separados, precisamente para no alimentar las sospechas", continúa.
Respecto a la mujer, ésta "enfermó y debido a su grave estado de salud, tuvo un aborto natural y perdió a una bebé. El lugar era aislado, no había médicos", explica.
"Nadie ha asesinado nunca a un hijo de esta pareja y nadie los ha violado ni maculado", añade.
Boyle aseguró a su llegada a Canadá el viernes por la noche que sus secuestradores de la red Haqqani, afines a los talibanes, mataron a su hija y violaron a su esposa.
El canadiense llegó a Toronto junto a su esposa la estadounidense Caitlan Coleman y sus tres hijos, dos niños de 4 y 2 años, y una bebé de cuatro meses, todos nacidos durante su cautiverio.
Según él, su hija resultó muerta y su esposa violada, dado que rehusó "una oferta" de los secuestradores, que no detalló.
Boyle aseguró que el asesinato de su hija y la violación de su esposa, habían sido confirmados por una investigación afgana en 2016.
Según el portavoz de los talibanes, "si tales cosas hubieran sido autorizadas, (los rehenes) no habrían retornado jamás con sus tres hijos".
Joshua Boyle y Caitlan Coleman, casados desde 2011, fueron secuestrados por los talibanes poco después de que ingresaran a Afganistán en 2012. Después fueron entregados a la red aliada Haqqani en Pakistán.
Los rehenes fueron liberados durante una operación de las fuerzas armadas paquistaníes, tras haber recibido informaciones de los servicios de inteligencia estadounidenses