Incendios forestales en las proximidades de la capital australiana, Canberra, obligaron el jueves a cerrar el aeropuerto de la ciudad a vuelos comerciales, informaron las autoridades locales.
Con la medida, en el aeropuerto operarán por ahora únicamente aviones que trabajan en el combate a los incendios.
Las altas temperaturas y los fuertes vientos alimentaron un brote de nuevos incendios en varias áreas en el este de Australia el jueves, cerrando así un breve período de calma después de varios días de lluvias y clima frío.
El país ha estado luchando desde septiembre contra una ola de incendios forestales de magnitud sin precedentes, que han devastado comunidades enteras y la vida silvestre.
Los vuelos hacia y desde la capital de Australia fueron suspendidos alrededor del mediodía del jueves "para permitir las operaciones de extinción de incendios de la aviación", dijo a la AFP un portavoz del aeropuerto de Canberra.
Inicialmente, las autoridades no informaron por cuánto tiempo se verían afectados los servicios, pero insistieron en el terminal aéreo no ha sido evacuado, anunciaron.
Un incendio fuera de control que ardía al sur del aeropuerto fue clasificado a nivel de emergencia, y la agencia informó a los residentes que era "demasiado tarde para irse" en tres suburbios en el camino del incendio.
Hasta ahora, el incendio ha quemado más de 140 hectáreas, mientras que un segundo incendio fuera de control fue detectado al oeste del aeropuerto.
Aunque el aeropuerto ha sido utilizado en esfuerzos aéreos de lucha contra incendios durante varios meses, fue la primera vez que se suspendieron las operaciones comerciales.