Lo último que sabía de la desaparición de la niña inglesa Madeleine McCann fue que un antiguo inspector de la policía portuguesa, a cargo de la investigación, fue condenado a pagar 500 mil euros a los padres de la menor por difamación.
En abril de 2015 Kate y Gerry McCann demandaron al ex encargado del caso por haber publicado en 2008 un libro titulado "Maddie, la investigación prohibida", en el cual acusaba a la pareja de haber escondido el cadáver de su hija.
Sin embargo, los cuestionamientos en torno al caso no quedaron ahí. Este miércoles el periódico inglés The Telegraph dio a conocer nuevos antecedentes sobre la desaparición de "Maddie".
Ahora llama la atención el papel de Sir Clement Freud, un ex político inglés quien se habría hecho amigo de la familia el mismo verano de la desaparición de la niña. Sobre él ahora recaen dos acusaciones por supuestos abusos de niñas cometidos en la década de los '40 y '70.
Las acusaciones se hicieron públicas luego de que las denunciantes aparecieran en un documental emitido esta semana por la TV británica.
Acusaciones de abuso sexual
¿Cuál es la relación con Madeleine? Freud, quien murió en 2009, invitó a los McCann a su casa de verano en Portugal inmediatamente después que la niña se reportara como desaparecida. La vivienda está localizada en la misma zona del hotel en el que se alojaba la familia en sus vacaciones.
A esto se suma que dos mujeres lo acusaron de haber abusado sexualmente de ellas cuando eran niñas.
Según consigna Infobae, el nombre de Freud nunca fue mencionado en los reportes oficiales de la policía portuguesa, y los McCann nunca sospecharon que podría ser investigado. Un cercano a la familia indicó que los padres de Maddie no salían de su asombro.
La historia se dio por "terminada" cuando el hijo de Freud, Matthew, salió en defensa de su padre. El hombre aseguró que el 3 de mayo de 2007, el día de la desaparición de la niña él estaba en Inglaterra.
El caso
Madeleine McCann desapareció el 3 de mayo de 2007 en su habitación en el balneario de Praia da Luz, en el sureste de Portugal, donde sus padres pasaban sus vacaciones.
Tras 14 meses de investigaciones, marcadas especialmente por las acusaciones hechas contra los padres y la destitución de Amaral, la policía portuguesa cerró el caso en 2008, aunque lo volvió a abrir cinco años más tarde.
La pareja sigue afirmando que su hija fue secuestrada y que podría estar con vida.
Este fue el sector donde fue vista por última vez
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