Un hombre debió reforzar con cerco eléctrico y cámaras de circuito cerrado la seguridad de su granja en la ciudad paraguaya de Piribebuy.
Hace algunas semanas, en tres oportunidades le robaron 20 lechones, lo que le significó una pérdida de 7 millones de guaraníes paraguayos, casi 800 mil pesos chilenos. Sólo realizó una denuncia, porque, según él, ya no los va a recuperar.
Pero eso no es todo. El afectado también reveló a Extra que tuvo que equipar con armas a su personal para intimidar a los ladrones que se las ingenian para robar los animales. Y es que en Semana Santa se come carne de chancho en Paraguay y eso hace que aumente no sólo la demanda, sino que también los robos.
Según detalló al citado medio un criador de cerdos de Luque, en todo el país existe este tipo de robos. Mencionó que la mayoría de los delincuentes operan durante la madrugada y, para que los animales no se quejen, utilizan distintas técnicas, principalmente drogándolos con alcohol y clonazepam.
En un trozo de pan “le ponen alcohol de quemar o caña, le tiran al chancho y se queda dormido y anestesiado”, contó el criador.
Además, señaló que los ladrones dan clonazepam al animal, que de inmediato pierde el conocimiento.
Finalmente, aseguró que los ladrones también usan un mazo para golpear al chancho en la cabeza. Luego venden la piel, la carne, los interiores y todo.