AFP
La situación mejoraba el miércoles en el norte de Filipinas tras el paso del devastador tifón Koppu, pero el balance de muertos subió a 47 tras informaciones provenientes de zonas aisladas.
Además de las víctimas mortales, decenas de miles de personas seguían refugiadas en alojamientos de emergencia.
El tifón tocó tierra el domingo en la costa oriental de Luzón, la principal isla del archipiélago, trayendo consigo vientos de hasta 210 km/h e inundando las tierras agrícolas al norte de Manila, en donde los cultivos han sido destruidos y ganado se ahogó.
"Aunque el agua sigue cayendo, el nivel ha disminuido en algunas zonas", afirmó Mahar Lagmay, director de una agencia gubernamental encargada de controlar el impacto de las catástrofes naturales.
Las lluvias en las zonas montañosas, responsables principales de las inundaciones de los últimos días, perdieron intensidad, añadió.
El tifón, que se convirtió en tormenta tropical, dejó Luzón el miércoles.
Diecisiete personas murieron en las regiones agrícolas de Luzón, según un balance establecido por la AFP a partir de cifras oficiales comunicadas por autoridades locales y nacionales. Más de 300 localidades sufrieron inundaciones.
Otras 16 personas perecieron en las zonas montañosas, donde ocurrieron deslizamientos de tierra, indicó un portavoz regional de seguridad civil, y 14 más fallecieron en otras regiones debido al mal tiempo.
El aumento súbito del número de víctimas mortales - que era de 22 el martes - se explica en parte por nuevas informaciones provenientes de regiones aisladas.
Filipinas sufre regularmente tormentas mortales, y cada año ve pasar una media de veinte tifones.
El archipiélago, compuesto de 1.700 islas, suele ser el primer territorio con el que se cruzan los tifones que se forman en el océano Pacífico.
Los científicos estiman que la fuerza de las tormentas de los últimos años se debe al cambio climático.
En noviembre de 2013, el supertifón Haiyan, el más violento que jamás haya tocado tierra, arrasó localidades enteras en el centro del archipiélago y dejó más de 7.350 muertos o desaparecidos.