Advertencia: la foto que aparece más abajo puede herir sensibilidades.
Un hombre, sospechoso de traficar con animales salvajes, fue detenido tras el descubrimiento de siete tigres congelados en un vehículo, en un aparcamiento de Hanói, informaron medios públicos vietnamitas el viernes.
Nguyen Huu Hue, que habría importado ilegalmente animales procedentes del vecino Laos durante años, fue arrestado el jueves junto a dos personas, según el diario Cong An Nhan Dan.
"Hue montó una empresa [...] de venta de materiales de construcción para cubrir el comercio ilegal de tigres y otras especies salvajes", indicó Cong An Hhan Dan, órgano oficial del ministerio de Seguridad Pública.
Hue fue acusado de haber ordenado almacenar tigres en casas de gente pobre, según el diario.
El artículo no precisa si los felinos fueron abatidos en el medio natural o si proceden de una de las numerosas granjas ilegales de tigres que hay en Laos, que suplen gran parte de la demanda asiática de carne y de huesos de tigre.
Los siete animales parecían ser bebés, a tenor de las fotografías de la incautación.
Vietnam es un centro de consumo de fauna salvaje y también un punto de paso del tráfico de ésta hacia China, y por allí transitan desde tigres a colmillos de elefante, pasando por pangolines o cuernos de rinoceronte.
La medicina tradicional vietnamita y la industria de la joyería utilizan algunas partes del tigre, cuya población disminuyó enormemente en ese país.
Habitualmente, se hierven sus huesos y se mezclan con un alcohol a base de arroz para producir un elixir que, supuestamente, cura la artrosis y actúa como vigorizante, unas propiedades que los médicos rebaten.
Desde hace un tiempo, Hanói intenta combatir el tráfico de animales pero los ecologistas consideran que el mercado negro perdura a causa de unos controles fallidos.