Los cinco millones de habitantes de Sídney, la ciudad más grande de Australia, deberán pasar "al menos" dos semanas más en confinamiento por el coronavirus, anunció este miércoles la jefa del gobierno estatal, Gladys Berejiklian.
El anuncio se dio en momentos en que la ciudad atraviesa su tercera semana de cierre, en una lucha por contener la contagiosa variante Delta del coronavirus, identificada por primera vez en India.
Sídney detectó 97 casos nuevos en las últimas 24 horas, más que el día anterior.
"Siempre duele decir esto, pero necesitamos extender el confinamiento al menos otras dos semanas", dijo Berejiklian.
Bajo la estrategia australiana de "cero covid", las autoridades intentan erradicar la transmisión comunitaria del virus.
El cierre debía terminar el 16 de julio, pero fue aplazado al 30 de julio.
Muchos de los pobladores de Sídney pueden salir de sus casas para hacer ejercicios, compras esenciales, trabajar o recibir atención médica, pero las escuelas están cerradas y se le pide a la gente mantenerse en casa.
Algunos focos de contagio enfrentan restricciones más severas, incluido un edificio de apartamentos de Bondi que fue totalmente cerrado tras registrar nueve casos.
La policía montó vigilancia en el edificio para impedir la salida de los ocupantes.
Berejiklian no descartó restricciones más severas en toda la ciudad si continúan aumentando los casos.
El actual brote de covid-19 en Australia comenzó a mediados de junio y ha alcanzado 864 casos.
Veinte personas están en cuidados intensivos y dos han muerto.
Australia ha sido reconocida por su control temprano de la pandemia, pero la lenta aplicación de vacunas dejó a la población desprotegida, mientras otros países comienzan a abrir.
Las fronteras australianas han estado cerradas desde marzo de 2020 y no se espera que reabran antes de final de año.