El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, envió la noche del domingo (25.12.2022) al jefe del ejército a la frontera con Kosovo, donde pobladores serbios levantaron barricadas en un nuevo aumento de tensiones, anunció el general Milan Mojsilovic.
El jefe del estado mayor del ejército serbio, contactado telefónicamente por la televisión Pink, declaró que estaba en ruta a Raska, a 10 km de la frontera con Kosovo, después de conversar con Vucic en Belgrado.
"Las tareas asignadas al ejército serbio (...) son precisas, claras y serán enteramente ejecutadas", aseguró Mojsilovic.
"La situación allí es complicada y compleja y requiere de la presencia del ejército serbio a lo largo de la línea administrativa", agregó utilizando un término usado por las autoridades serbias para designar la frontera con Kosovo.
Serbia no reconoce la independencia de su antigua provincia meridional -poblada mayoritariamente por albanos étnicos- proclamada en 2008.
Belgrado anima a los serbios de Kosovo a desafiar a las autoridades locales, mientras Pristina busca afianzar su soberanía en todo el territorio.
Centenares de serbios mantienen bloqueos en el norte de Kosovo desde el 10 de diciembre en protesta por el arresto de un expolicía serbio, lo que paralizó la circulación hacia dos puestos fronterizos con Serbia.
Policía desmiente tiroteo
Poco antes de la partida del general Mojsilovic, medios serbios divulgaron un video compartido en redes sociales en el cual se escuchan ráfagas de armas, afirmando que se trata de "combates" ocurridos a inicios de la tarde, cuando las fuerzas kosovares intentaron desmantelar una barricada.
La versión fue desmentida por la policía kosovar, que aseguró en su página de Facebook que sus miembros no participaron en ningún tiroteo.
En tanto, medios informativos en Pristina indicaron que una patrulla de la Fuerza Internacional de Seguridad en Kosovo se encontraba en la zona del tiroteo, pero que no hubo heridos o daños.
A inicios de noviembre, centenares de policías serbios integrados a la policía kosovar, así como jueces, fiscales y otros funcionarios renunciaron en protesta por la decisión polémica del gobierno de Pristina, ahora suspendida, de prohibir a los serbios radicados en Kosovo de utilizar matrículas de vehículos emitidas en Serbia.