Dos gemelas siamesas de Bangladés unidas por la cabeza pudieron ser separadas este viernes en Daca al término de una larga intervención quirúrgica, anunciaron los médicos húngaros que las operaron en el marco de un proyecto humanitario.

Las dos niñas se encuentran en "estado estable tras la separación final", que duró unas treinta horas y movilizó a un equipo de 35 especialistas húngaros, indicó a la AFP el neurocirujano Andras Csokay.

"Todavía debemos ser prudentes en la fase posoperatoria", agregó el médico, que dirige la operación para la oenegé húngara Fundación Acción para la Gente sin Defensa (ADPF). 

Rabeya y Rukaya, de tres años, nacieron con sus cráneos unidos en lo alto, una muy poco común malformación que en la mayoría de los casos conduce a la muerte precoz de los recién nacidos. Solo muy pocas operaciones de este tipo han tenido éxito hasta el día de hoy.

"Era una de las malformaciones más importantes y más complicadas que he visto en mi vida", confesó Gergely Pataki, a cargo de la cirugía plástica.

La operación se llevó a cabo en el hospital militar de Daca, donde el padre de la gemelas, Rafiqoul Islam, no ocultaba su felicidad. 

"Los médicos separaron a mis bebés. Las he visto con mis propios ojos. Están bien ahora", afirmó.

"Espero que mis hijas se restablezcan por completo y puedan llevar una vida normal", agregó.

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