El senador republicano Mitch McConnell, destacada figura de su partido en el Congreso estadounidense, despertó inquietudes sobre su salud el miércoles tras quedar paralizado en una conferencia de prensa en el Capitolio.
McConnell, de 81 años, interrumpió una oración y permaneció callado e inmóvil frente al micrófono durante unos 20 segundos hasta que sus asesores y colegas senadores lo ayudaron a ponerse a un lado.
Pero el veterano político de Kentucky regresó varios minutos después y les dijo a los periodistas: "Estoy bien". Luego respondió preguntas sobre varios temas políticos.
McConnell ha sido el principal senador republicano desde 2007 y ejerció un poder sin fisuras como líder de la mayoría en la Cámara Alta estadounidense de 2015 a 2021.
En ese cargo, plantó cara a las políticas de la administración demócrata del presidente Barack Obama e impulsó al mandatario republicano Donald Trump tras asumir el cargo en enero de 2017.
Su intervención fue clave para que los conservadores obtuvieran la mayoría en la Corte Suprema al retrasar la audiencia de confirmación del candidato progresista designado por Obama en 2016.
También fue crucial para que Trump evitara ser condenado en el proceso judicial que siguió a sus dos inéditos juicios políticos, aunque criticó la conducta del magnate.
En marzo, McConnell fue hospitalizado tras tropezar y caerse durante una cena privada. Sufrió una conmoción cerebral y una fractura de costilla, y permaneció seis semanas fuera del Senado en recuperación.
El incidente del miércoles subrayó el desafío que supone el liderazgo de avanzada edad para el Congreso de Estados Unidos.
Tres senadores en ejercicio son mayores que McConnell, entre ellos el republicano Chuck Grassley, de 89 años, y la demócrata Dianne Feinstein, de 90. Otras dos docenas de legisladores tienen 70 años o más.
La edad también es un tema central en la próxima disputa presidencial de 2024: el actual mandatario, Joe Biden, tiene 80 años, mientras que el principal candidato republicano, Donald Trump, tiene 77.