O.J. Simpson saldrá de prisión en octubre tras recibir este jueves el beneficio de libertad condicional, cumplidos nueve de 33 años de una sentencia por robo y secuestro.
Los cuatro miembros presentes de la Comisión de Libertad Condicional del estado de Nevada llegaron a la decisión de manera unánime, más de 20 años después de que la exestrella del fútbol americano, de 70, fuera absuelto por el asesinato de su exmujer y un amigo de ella.
"¡Gracias!", dijo Simpson, de 70 años, al conocer la decisión, que fue transmitida por los principales canales de televisión de Estados Unidos, como el hipermediatizado caso de doble asesinato en 1995.
En su testimonio, que ofreció por videoconferencia desde la prisión Lovelock de Nevada, aseguró que en ningún momento buscó causarle daño a los dos coleccionistas de artículos deportivos que emboscó en 2007, con otros cinco cómplices, en un hotel-casino de Las Vegas.
"No he hecho ninguna excusa en los nueve años que llevo aquí y no estoy tratando de hacer excusas ahora", indicó, vestido con el uniforme azul de presidiario.
"Asumo total responsabilidad", aseguró. "He cumplido mi sentencia, lo he hecho lo más respetuosamente que he podido (...), en este punto de mi vida quiero pasar tiempo, lo más que pueda, con mis hijos y amigos", expresó.
Simpson, que brilló con los Buffalo Bills y es miembro del Salón de la Fama, insistió que solo trataba de recuperar recuerdos personales que le fueron robados.
Por ese crimen fue condenado a una sentencia mínima de nueve a 33 años de cárcel.
"Muy duro"
Para concederle la libertad fue tomado en consideración, además de su testimonio, un informe de antecedentes criminales del peticionario y un informe del Departamento Penitenciario de Nevada sobre su conducta en prisión.
Su hija mayor, Arnelle Simpson, declaró en la audiencia que estos nueve años han sido "duros" y que lo único que desean es que su padre "vuelva a casa".
"Sé que está arrepentido, realmente arrepentido, y sólo queremos que vuelva a casa para que podamos seguir adelante con nosotros, tranquilamente, para seguir adelante", expresó entre lágrimas.
Steve Wolfson, actual fiscal general del condado de Clark, donde fue juzgado, había dicho a la AFP que su despacho no objetaría el pedido.
Una de las víctimas del robo, Bruce Fromong, declaró en la audiencia a favor de la liberación de "su amigo" Simpson. "Nueve años fue demasiado y siento que es hora de darle una segunda oportunidad".
El otro coleccionista atacado, Alfred Beardsley, murió en noviembre de 2015.
Lejos de los medios
Simpson tendría pensado dejar Nevada e instalarse en Florida.
"Podría quedarme en Nevada, pero no creo que me quieran aquí", bromeó en un momento de la audiencia.
Simpson, considerado un dios por su carrera deportiva, dijo que no veía "ningún problema en lidiar con el público ahora".
El exjugador fue el principal sospechoso de los brutales asesinatos de Nicole Brown y Ron Goldman, pero la defensa supo presentarlo como víctima de una policía racista. Fue absuelto en 1995 en medio de un gran espectáculo mediático, que hasta hoy despierta controversia.
Por el mismo caso fue hallado después culpable en una corte civil y sentenciado a pagar 33,5 millones de dólares en daños, que aún debe.
Simpson se hizo una carrera en el espectáculo después de retirarse del fútbol americano y el sitio de celebridades TMZ asomó la posibilidad de un programa de telerrealidad, después del éxito de series como "American Crime Story" y el documental ganador del Óscar "O.J.: Made in America".
"No estoy buscando involucrarme con los medios. Me han ofrecido muchas entrevistas en el tiempo que he estado aquí (...) y las he rechazado", dijo Simpson.
El profesor de periodismo de la universidad Quinnipiac, Ben Bogardus, dijo no obstante que lo que se viene es la "segunda temporada" de su historia.
"Las cámaras estarán afuera de su puerta para ver la primera vez que irá de compras, que pone gasolina... será un 'reality show'", estimó.