Por Adel Zaanoun (France Presse)

La ola de violencia entre israelíes y palestinos se extendió este viernes a la Franja de Gaza, donde seis jóvenes palestinos murieron por disparos de soldados israelíes, mientras que el líder del Hamas hablaba de una nueva intifada. 

Paralelamente, la tensión crecía en Israel después de que el viernes un joven judío de 17 años apuñalara a dos árabes israelíes y dos palestinos, el primer ataque de este tipo de una persona hebrea contra árabes desde el inicio de una oleada de agresiones similares contra israelíes.

El joven, con antecedentes policiales, fue detenido y dijo a las fuerzas del orden haber atacado a estos hombres con el argumento de que "todos los árabes son terroristas", según indicó la portavoz de la policía, Luba Samri.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, condenó "firmemente" este ataque cometido contra "inocentes", según un comunicado publicado por sus servicios.

La escalada de violencia continuó con un palestino que hirió levemente con un cuchillo a un policía israelí, antes de ser abatido, cerca de una colonia israelí de Cisjordania ocupada, y con un intento de ataque con cuchillo de una mujer en el norte de Israel, que luego fue herida de bala, según indicó la policía.

En Gaza, seis jóvenes palestinos murieron y 80 resultaron heridos durante una manifestación en solidaridad con los palestinos de Cisjordania y Jerusalén ocupada. Cerca de 300 palestinos salieron a manifestar frente a la valla de seguridad que confina herméticamente este territorio. Los soldados israelíes abrieron el fuego contra jóvenes palestinos que lanzaban piedras.

Se trata de los primeros palestinos de Gaza que mueren desde el inicio de la tensión en Cisjordania, territorio palestino ocupado y separado de Gaza por el territorio israelí, y Jerusalén Este, parte de Jerusalén anexada y también ocupada por Israel.

Hasta ahora, la Franja de Gaza y el movimiento islamista Hamas que la controla, habían permanecido alejados de esta reciente ola de violencia.

 "Reforzar la intifada"

No obstante, el viernes el líder de Hamas en la Franja de Gaza, Ismail Haniyeh, consideró que la violencia que sacude Cisjordania y Jerusalén Este es una nueva "intifada", después de los levantamientos palestinos de 1987 y 2000, que dejaron miles de muertos.

"Llamamos a reforzar y a acentuar la intifada (...) es el único camino que llevará a la liberación" de los territorios ocupados, dijo durante la oración musulmana semanal en una mezquita de Gaza. "Gaza cumplirá su papel en la intifada de Jerusalén y está más que dispuesta al enfrentamiento", añadió.

Los analistas concuerdan en que no ha estallado una tercera intifada, pero advierten contra el riesgo de un incidente grave que encienda la chispa. Cisjordania y Jerusalén Este son actualmente escenario de enfrentamientos diarios entre palestinos y soldados o policías israelíes y agresiones mutuas entre palestinos y colonos israelíes.

Esta ola de violencia se inició el 1 de octubre con el asesinato de una pareja de colonos en Cisjordania. Desde entonces, los ataques con arma blanca de palestinos contra israelíes se han multiplicado.

Enfrentamientos en la Ciudad Vieja

Cientos de judíos se manifestaron el jueves por la noche en Jerusalén, gritando "muerte a los árabes" y "si no hay árabes, no hay atentados", constató un periodista de AFP. 

Alentados por la organización radical Lehava y un grupo de aficionados ultras del club de fútbol Beitar Jerusalén, intentaron ingresar desde el barrio judío de la Ciudad Vieja de Jerusalén a la parte musulmana, pero la policía se lo impidió.

La policía tuvo que interponerse nuevamente este viernes por la mañana en la Ciudad Vieja de Jerusalén para impedir choques, cuando decenas de hombres que llevaban la kipá y mujeres envueltas con la bandera israelí cruzaron el barrio musulmán para ir hasta el Muro de las Lamentaciones, en la parte judía, bajo la mirada de comerciantes palestinos que coreaban "Allahu Akbar" (Alá es grande).

La comunidad árabe israelí ha comenzado a movilizarse a favor de los palestinos en los últimos días. El jueves por la noche, un gran número de árabes israelíes se manifestaron en Nazaret, en el norte de Israel, en apoyo a los palestinos. Como otras manifestaciones en días previos, hubo choques con la policía israelí, que se saldó con el arresto de 16 personas.

Los árabes israelíes son los descendientes de los palestinos que permanecieron en sus tierras en 1948, año de la creación del Estado de Israel. Son ciudadanos israelíes y representan el 17,5% de la población del país. Además, decenas de miles de palestinos trabajan en Israel, sobre todo en la construcción.

La Ciudad Vieja, uno de los focos de las recientes tensiones, estaba en estado de alerta el viernes, día de la gran oración semanal musulmana.

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