El ataque fue perpetrado hacia la medianoche pasada en el municipio de Genc, una localidad de la provincia Bingol, al estallar un automóvil aparcado cerca de la sede del gobierno regional en el momento en que pasaba a su lado un vehículo policial.

La bomba −que según las fuerzas de seguridad turcas habría sido plantada por militantes del PKK, la guerrilla kurdamató a un policía e hirió a otros seis agentes, de los que uno de ellos ha sido hospitalizado en estado crítico, así como a 14 civiles. También causó daños a varios edificios cercanos y provocó un corte de electricidad en la localidad.

El gobernador de Bingol, Selim Kosger, aseguró que las heridas de los civiles son leves, y que las fuerzas de seguridad han lanzado una operación para capturar a los responsables del atentado

Por otro lado, la agencia semipública Anadolu informa de que una camioneta cargada con una tonelada de explosivos detonó cuando fue destruida desde un helicóptero de las fuerzas de seguridad en una zona rural en torno a Ovacik, una localidad de la oriental provincia de Tunceli.

El sureste turco, mayoritariamente poblado por kurdos, se ha visto golpeado por olas de violencia desde el colapso de de dos años y medio de cese al fuego entre el Estado y el PKK, el pasado año. El PKK es considerado una organización terrorista por Turquía, EE. UU. y la Unión Europea. Más de 40.000 personas –kurdos en su mayoría− han muerto violentamente desde que el PKK tomó las armas contra el Estado turco hace tres décadas.

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