El Comando Operativo en el sur de Ucrania informó el viernes (27.06.2022) que las tropas rusas están movilizando alrededor de 30 tanques soviéticos T-62, diseñados a finales de los años cincuenta, y múltiples lanzacohetes hacia la región de Jersón.
La información también fue confirmada por el Ministerio de Defensa británico que, en su último informe, destacó que "es casi seguro que los T-62 sean particularmente vulnerables a las armas antitanque", por lo que "su presencia en el campo de batalla destaca la escasez de Rusia de equipos modernos y listos para el combate".
De hecho, este mismo lunes, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania informó que "el equipo dañado y recuperado" se utiliza para compensar las pérdidas de armas y equipo militar de las tropas rusas.
Según recogen distintos medios ucranianos, la producción en serie del T-62 comenzó en 1962. A finales de 2012, el Ejército ruso tenía más de 900 tanques de este tipo y algunos de ellos se utilizaron en Siria y, anteriormente, en el este de Ucrania.
Kiev reconoce toma del centro ferroviario de Donetsk
En tanto, los rebeldes apoyados por Rusia dijeron el viernes que habían tomado el control de Lyman, el gran centro ferroviario de Donetsk, al norte de otras dos ciudades clave que siguen bajo control ucraniano.
No obstante, un portavoz del Ministerio de Defensa ucraniano informó que sus soldados contrarrestaron los intentos rusos de expulsarlos por completo.
Mientras las esperanzas de Ucrania de detener el avance ruso se desvanecían, el ministro de Asuntos Exteriores, Dmytro Kuleba, suplicó a los países occidentales armas pesadas, diciendo que era la única área en la que Rusia tenía una clara ventaja. "Sin artillería, sin sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple no podremos hacerles retroceder", dijo.