El ministro de Economía ruso fue detenido por sospechas de que aceptó un soborno de dos millones de dólares por dar su visto bueno a una operación en la que la petrolera estatal Rosneft adquirió una mayoría de control de la compañía energética Bashneft, informaron este martes las autoridades.
La autoridad judicial rusa indicó en un comunicado que el ministro de Economía Alexéi Uliukáyev fue detenido como parte de la investigación por un esquema de corrupción a gran escala y que de ser culpable podría recibir una pena de entre ocho y 15 años.
La investigación fue llevada a cabo por el Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB, sucesor de la extinta KGB).
Sobre el funcionario pesan sospechas de que recibió el lunes mismo dos millones de dólares por dar su visto bueno para que la petrolera Rosneft adquiriera una participación de control el mes pasado en compañía energética Bashneft.
Sin embargo, no trascendió quién le entregó el dinero a Uliukáyev.
La portavoz del Comité de Investigación de la Fiscalía rusa, Svetlana Petrenko, dijo a la agencia de prensa rusa RIA Novosti que contra el ministro hay sospechas que de incurrió en extorsión para pedir sobornos a ejecutivos de la compañía Rosneft, además de amenazas.
"Uliukáyev fue pillado con las manos en la masa", dijo la funcionaria.
Sin embargo, Petrenko aclaró que la compra de las acciones de Bashneft se llevó a cabo acorde con la ley y no es cuestionada por la investigación.
La venta del 50,07% de los activos de la sexta mayor petrolera rusa, con sede en la república de Baskortostán, en la región de los Urales, a Rosneft generó muchos debates en Rusia.
La absorción de una petrolera estatal por otra enfrentaba la oposición de parte del gobierno ruso, pero Uliukáyev dio luz verde al proceso.
Una acusación muy grave
Un portavoz de Rosneft, presidida por Igor Sechin, un poderoso aliado del presidente Vladimir Putin, dijo a la agencia oficial TASS que la empresa no comentaría las acciones judiciales.
Sin embargo, defendió que la adquisición de las acciones de Bashneft se llevó a cabo "acorde con la ley rusa, en base a la mejor oferta comercial hecha al banco operador".
El ministro acusado ejerce el cargo desde 2013.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo a la agencia Interfax que "esta es una acusación muy grave, que requiere pruebas serias".
"En cualquier caso sólo una corte puede decidir", indicó.
A la pregunta de si el presidente ruso, Vladimir Putin, estaba al tanto, el portavoz dijo que era tarde.
"Es de noche, no sé si el presidente está informado", afirmó.
El vicepresidente del banco central ruso, Sergei Shvetsov, se mostró sorprendido.
Uliukáyev es "la última persona de la cuál uno sospecharía algo así. Lo que está publicado en los medios parece algo absurdo. Por ahora no hay nada claro", declaró a la agencia RIA Novosti.