Rusia afirmó este domingo que su ataque con misiles al puerto de Odesa, vital para la exportación de granos ucranianos, destruyó armas occidentales entregadas a su enemigo, al responder a la indignación de Ucrania y sus aliados.
El presidente ucraniano Volodimir Zelenski calificó el sábado el ataque sobre el puerto del suroeste del país de "barbarie rusa", un día después de la firma en Estambul (Turquía) de un acuerdo entre ambos países para desbloquear las exportaciones de cereales.
Turquía, que medió en el acuerdo, aseguró el sábado haber recibido garantías de que Rusia no tenía "absolutamente nada que ver con el ataque" con misiles de crucero, según el ministro turco de Defensa, Hulusi Akar.
Pero el ministerio de Defensa ruso se retractó este domingo al afirmar que los misiles destruyeron un barco militar ucraniano y armas entregadas por Estados Unidos.
"Misiles de larga distancia y alta precisión lanzados desde el mar destruyeron un barco militar ucraniano amarrado en puerto y cajas de misiles antibuques entregados por Estados Unidos al régimen de Kiev", indicó.
Según el acuerdo negociado bajo el auspicio del presidente turco Recep Tayyip Erdogan y el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, Odesa es uno de los tres centros de exportación de grano designados para que los barcos puedan transitar por corredores seguros en el mar Negro.
Pero el ataque pone en riesgo este histórico convenio firmado tras meses de negociaciones, y que podría aliviar la crisis alimentaria mundial.
"Compromiso" de los exportadores rusos
El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, buscó tranquilizar a sus socios sobre el futuro de las exportaciones de grano.
Tras una reunión con su homólogo egipcio Sameh Shukri en El Cairo, Lavrov reiteró "el compromiso de los exportadores rusos de productos cerealísticos de respetar todas sus obligaciones".
"El presidente Vladimir Putin señaló esto mismo durante la reciente conversación telefónica con el presidente egipcio (Abdel Fatah) al Sisi", añadió Lavrov, que viajará la semana próxima a Uganda, Etiopía y Congo.
Hasta 20 millones de toneladas de trigo y otros granos están bloqueados en los puertos ucranianos, sobre todo en Odesa, por buques rusos de guerra y las minas que puso Kiev para evitar un ataque anfibio.
Responsables ucranianos afirmaron que había grano almacenado en el puerto en el momento del ataque el sábado, aunque los depósitos no parecen haber sido afectados.
Según el gobernador regional Maksym Marchenko, el bombardeo dejó "varias personas heridas", pero no dio cifras ni detalló la gravedad de los heridos.
El convenio sellado en Estambul es el primer gran acuerdo entre las partes en conflicto desde la invasión rusa el 24 de febrero y era esperado con ansias para ayudar a mitigar el hambre que, según la ONU, enfrentan 47 millones de personas adicionales debido a la guerra.
Tras el ataque, Zelenski afirmó que el diálogo con el Kremlin era cada vez más insostenible y que no se podía confiar en la capacidad de Moscú para cumplir sus promesas.
Guterres, que presidió la ceremonia del acuerdo el viernes, condenó "inequívocamente" el ataque. Y el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, también consideró que arrojaba "serias dudas sobre la credibilidad del compromiso de Rusia con el acuerdo de ayer".
Contraofensiva en Jersón
Antes de firmar, Ucrania advirtió que daría "una respuesta militar inmediata" si Rusia viola el pacto y ataca sus barcos o incursiona en sus puertos.
Zelenski ha dicho que la ONU deberá velar por el cumplimiento del acuerdo. Tras el ataque, Turquía reiteró su compromiso en el pacto.
El acuerdo de Estambul no impidió que Rusia siguiera bombardeando la línea del frente durante el fin de semana, dijo el domingo la presidencia ucraniana.
Según esta fuente, cuatro misiles de crucero alcanzaron el sábado zonas residenciales de Mykolaiv, hiriendo a cinco personas, incluido un adolescente.
Un responsable ucraniano afirmó que la región de Jersón, también en el sur del país, sería recapturada por las tropas de Kiev en septiembre.
"Podemos decir que la región de Jersón será liberada definitivamente en septiembre, y que los planes de los ocupantes fracasarán", afirmó Sergiy Khlan, un asistente del responsable de la región, en una entrevista con la televisión ucraniana.
La zona es la puerta a la península de Crimea, que Rusia anexionó en 2014.
"Vemos cómo nuestras fuerzas armadas avanzan con claridad. Podemos decir que estamos pasando de acciones defensivas a contraofensivas", agregó.
La ciudad de Jersón cayó en manos de las tropas rusas el 3 de marzo. Fue la primera ciudad importante en caer en manos de Moscú desde el inicio de la invasión.