Este lunes, un piloto y dos niñas menores de edad lograron ser rescatados tras sobrevivir durante casi 12 horas aferrados al ala de un avión que se estrelló y terminó hundido en el lago Tustumena, ubicado en la helada península de Kenai, Alaska.
Se trató de un padre y sus dos hijas que habían desaparecido mientras volaban en una avioneta que reportó problemas de comunicación.
El piloto había informado problemas con respecto al clima. Su última comunicación lo ubicaba en las cercanías de las montañas Kenai y al no regresar según lo previsto, la familia reportó su desaparición.
De acuerdo al relato de Terry Godes, uno de los rescatistas, él volaba en la zona cuando vio el ala del avión parcialmente sumergida en el lago. En ese momento pensó que esa era la única parte restante de la aeronave y que no quedaban sobrevivientes. Sin embargo, al acercarse más pudo distinguir a tres personas aferradas al ala.
"Me rompió el corazón ver eso, porque creí que era lo único que había quedado del avión, que se estrellaron y era el peor escenario, pero a medida que me acercaba y bajaba, pude ver que había tres personas encima del ala", relató Godes a la agencia AP.
"Empecé a rezar mientras me acercaba. Ellos estaban vivos, reaccionaban y se movían, me saludaban", añadió el rescatista.

Otro de los rescatistas expresó, "no estaba seguro si los encontraríamos, especialmente porque había una capa de nubes sobre gran parte de las montañas, y fácilmente podrían haber estado detrás de esas nubes, a las que no pudimos llegar".
La Guardia Nacional de Alaska envió un helicóptero desde Anchorage para ayudar en el rescate. Inicialmente, su plan era usar una grúa para levantar el ala del avión y sacar a las personas, pero el viento generado por las aspas del helicóptero hizo que la niña más pequeña corriera el riesgo de resbalarse y caer. Por eso, decidieron cambiar el plan y colocar el helicóptero cerca del ala para subir a las personas de forma más segura.
Después de haber pasado 12 horas aferrados al ala del avión, bajo condiciones extremas de frío y humedad, el piloto de 38 años y sus dos hijas finalmente fueron rescatados. "Pasaron una noche larga, fría, oscura y húmeda", comentó Godes.
Según el teniente coronel Brendon Holbrook, los sobrevivientes tuvieron suerte ya que el avión estaba sobre el hielo con la cola congelada. "Si esa cola no se hubiera congelado, se habría hundido", explicó Holbrook.