Una experiencia traumática vivió Micaela Vilchez, de 23 años, joven oriunda de Pilar, Argentina que llegó hasta el hospital de su ciudad para dar a luz a su pequeño Joaquín.
Fue el pasado 14 de septiembre cuando Vilchez fue a su último control. Ahí le dijeron que todo estaba normal, sin embargo los médicos le comentaron que su hijo estaba pronto a nacer por lo que tendrían que internarla.
Dos días después del control, Micaela entró a la sala de parto para tener a su bebé, pero las cosas no resultaron como ella esperaba. Tras una hora intentando pujar y con contracciones, tres doctoras se dieron cuenta que el niño era muy grande y que no podría nacer por parto natural.
De esta forma le sugirieron al médico encargado que se le realizara una cesárea, petición a la que el profesional se negó, según contó a TN el padre de Micaela, Guillermo Vilchez. Frente a esta respuesta, la joven continuó con ejercicios para poder dar a luz pero el tiempo pasaba y todo seguía igual.
Ante el dolor de Micaela, las profesionales insistieron en la césarea, pero nuevamente el doctor no quiso utilizar esa técnica. Incluso, fue la propia paciente quien, al no soportar las contracciones, pidió el procedimiento pero le indicaron que probara una vez más de forma natural.
"Dos médicos se le subieron arriba de la panza", reveló Guillermo Vilchez, padre de Micaela. Asimismo, relató que su hija pidió que su pareja puediese ingresar a la sala de parto y presenciar todo, pero nunca lo fueron a buscar.
El nacimiento y posterior muerte de Joaquín
Tras varias horas de trabajo de parto, finalmente Micaela dio a luz a Joaquín, que midió 50 centímetros. Mientras lo tenía en sus brazos, ella notó que algo no estaba bien.
Su hijo no lloraba con normalidad, lo hacía de forma pausada, pero el personal médico la calmó y le dijeron que era normal. Lo mismo le comentaron al padre de Micaela.
Debido a la complejidad del parto, Micaela no pudo ver a su hijo al día siguiente. De hecho, le señalaron que el bebé estaba inestable y que el oxígeno no le llegaba bien a su cerebro.
Ella comentó que siempre se controló y que nunca hubo un problema en su embarazo, por lo que no entendía que Joaquín no estuviese bien. Sin embargo, le relató a las enfermeras lo que había pasado durante el parto.
En base a eso, un médico le mencionó que todo lo ocurrido antes y durante el parto pudo ocasionar que el bebé naciera así. Una hora después, el personal de la maternidad fue a buscar a Micaela para darle la triste noticia de que su hijo había tenido un paro cardiorrespiratorio y que estaba muerto.
"El director no entiende lo que pasó, no me pudo dar explicaciones", señaló el padre de Micaela.
Luego del alta médica, Micaela y su familia realizaron la denuncia en una comisaría de Moreno después de lo sucedido. Según detalló TN, se está a la espera que le hagan una autopsia al cuerpo del recién nacido para determinar las causas exactas de la muerte.