La pandemia del coronavirus como una pesadilla que pareciera nunca acabar. Este martes el gobierno británico confirmó la presencia de una nueva variante del Sars-cov-2 que tendría una velocidad de propagación aún mayor que la detectada al sur de la isla y que llevó a gobiernos de todo el mundo, incluido Chile, a prohibir el ingreso de vuelos.
Según detalló el ministro de Sanidad, Matt Hancock, la nueva variante tendría como origen Sudáfrica, motivo por el cual se solicitó realizar aislamiento inmediato a todos quienes hayan viajado desde ese país hacia Reino Unido, así como quienes han tenido contacto con viajeros desde ese país.
La nueva variante del coronavirus se detectó en dos pacientes que habían tenido contactos con personas que habían viajado desde Sudáfrica. En las últimas horas el gobierno británico ha sostenido contactos con las autoridades sanitarias de ese país.
"Esta nueva variante nos preocupa bastante porque es aún más transmisible y aparentemente ha mutado de manera más intensiva que la nueva variante descubierta en Reino Unido", explicó Hancock en la rueda de prensa efectuada en Downing Street.
Los casos de COVID en Reino Unido han aumentado en un 57% desde la semana pasada y la tasa diaria de hospitalizaciones se cifra en 1909, la más alta desde mediados de abril.
En medio de este complejo escenario el Reino Unido ha decidido mover a la fase de mayores restricciones a los condados de Sussex, Oxfordshire, Suffolk, Norfolk y Cambridgeshire, detalla la BBC.
De acuerdo a The Telegraph la nueva variable sudafricana -llamada 501.V2- ha sido responsable de entre un 80% a un 90% de los nuevos casos detectados en la segunda ola que vive ese país, el más desarrollado del continente Africano.
"Todavía es muy pronto, pero en este momento los datos preliminares sufieren que el virus que está dominando en la segunda ola se transmite más rápido que el de la primera ola", afirmó Salim Abdool Karim, académico y jefe del comité asesor del Reino Unido para enfrentar la pandemia.
Dicha afirmación se sustenta en que los datos preliminares sugieren la presencia de una mayor carga viral en los test realizados a las personas que han adquirido la nueva variante del Sars-cov-2 en las últimas semanas.
