La Fundación Red de Ayuda a Niños Abusados (RANA), realizó un informe donde muestra ciertos comportamientos comúnes entre abusadores sexuales. Pese a eso, aseguran que no existen perfiles específicos.
El informe. basado en datos de la American Psychological Association, mostró que el 75% de los abusadores son familiares de la víctima; el 20% son cercanos al entorno y solo un 5% son desconocidos.
Además, la Fundación RANA entregó una serie de aspectos que suelen coincidir entre los abusadores. En ese sentido, existen tres fases de acercamiento y futura relación entre abusador y víctima.
"Tras un primer contacto que no levante sospechas (fase de seducción) emplean conductas de doble sentido, toman en brazos al menor y lo abrazan. Se aprovechan de la familiaridad que tienen con el niño y lo manipulan mediante regalos para generar en ellos un sentimiento de deuda".
Agregan que, "el agresor pide al menor que guarde sus secretos, y se lo muestra como si fuera parte de un juego infantil", señala la publicación.
Ante aquello, muchas veces el agresor utilliza fórmulas de chantaje cuando el niño se muestre indeciso y sin ganas de "seguir jugando".
En ese sentido, el agresor chantajea o amenaza al abusado. Dejando en claro las consecuencias graves que podrían caer para amigos o familias.
“A pesar del remordimiento que puedan sentir los delincuentes sexuales, la experiencia determina que suelen reincidir y repetir sus abusos, a no ser que intervenga alguien y los frene”, apunta la publicación.
Y es que estos delincuentes sexuales suelen ser muy convicentes, pues logran generar dudas en los niños y niñas.
Sin embargo, se destaca que los menores no mienten sobre el tema, pues a su edad no saben nada sobre sexualidad.
Por otro lado, se detalla que la mayoría de los abusadores son hombres, siendo el 86%, versus el 14% de las mujeres. Y, además, la edad media de un abusador es de 26 años, pero con un rango de mayor frecuencia entre los 16 y los 36 años.