Por AFP
El aeropuerto internacional de Bali reabrió este miércoles, tras permanecer tres días cerrado debido a humareda generada por el volcán Agung, lo que permitirá evacuar a los 120.000 turistas bloqueados en esta isla turística de Indonesia.
El aeropuerto volvió a operar a partir de las 15 horas locales.
"Seguimos vigilando la situación en el terreno de forma constante", precisó a la AFP el portavoz del aeropuerto Ngurah Rai de Bali, Aroe Ahsanurrohim, que no descartó un nuevo cierre si la dirección del viento cambia desfavorablemente.
Las autoridades, preocupadas por el riesgo que la humareda generada por el volcán suponía para los aviones, preveían mantener el aeropuerto cerrado hasta el jueves al mediodía. Pero el viento cambió de dirección y despejó la zona de las nubes de ceniza.
Situado a unos 75 kilómetros de los principales destinos turísticos de Kuta y Seminyak, el volcán del Monte Agung, que culmina a 3.000 metros, emite espesas columnas de humo gris desde hace varios días, lo que hace temer una erupción en cualquier momento.
Unos 120.000 turistas estaban bloqueados este miércoles en esta isla conocida por sus playas paradisíacas, que atrae a gente de todo el mundo.
Decenas de miles de personas abandonaron sus hogares en la zona del volcán, en la parte oriental de la isla.
La cifra de evacuados podría llegar a 100.000, indicaron responsables de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres.
La última erupción del Agung en 1963 causó 1.600 muertos debido a que numerosos habitantes no fueron evacuados a tiempo.
Los expertos observan que la actual actividad del volcán corresponde a la que se registró en la erupción de hace 54 años.
En 1963, el Agung liberó alrededor de 1.000 millones de toneladas de escombros en la atmósfera, generando una nube que llegó hasta Yakarta, a unos 1.000 kilómetros de la isla, y provocó una oscuridad que hizo bajar la temperatura del globo de 0,3 grados durante un año.
"Constantemente se producen pequeñas erupciones, pero una erupción explosiva más importante sigue siendo posible", declaró un científico de la agencia indonesia de vulcanología, I Gede Suantika.
"La actividad sigue siendo elevada y el nivel de alerta sigue en su punto máximo", agregó.
Zona de exclusión
Numerosos carteles "Zona volcánica, peligro. Prohibido entrar" previenen a los habitantes y a la gente de paso del riesgo potencial del Monte Agung, en torno al cual se estableció una zona de exclusión de 10 km.
La humareda del volcán provocó también varias interrupciones de servicios en el aeropuerto internacional de Lombok, isla vecina de Bali, que este miércoles permanecía abierto.
Entre los turistas bloqueados en Bali, los más numerosos eran los chinos, seguidos de australianos, indios y japoneses, informó la oficina local de inmigración.
El Agung es uno de los 129 volcanes de este archipiélago del sureste asiático situado en el "cinturón de fuego" del Pacífico, donde el choque de las placas tectónicas provoca sismos frecuentes y una importante actividad volcánica.
El Agung comenzó a rugir en septiembre, lo que llevó a evacuar a unos 140.000 habitantes, pero muchos habían regresado a sus viviendas a finales de octubre tras constatar una caída de la actividad volcánica.
La semana pasada, generó en dos ocasiones columnas de humo gris, que los expertos calificaron de erupción freática, susceptible de provocar una erupción mayor.