AFP
La Fiscalía de Ecuador llamó el miércoles a declarar al expresidente Rafael Correa en el marco de una investigación sobre un presunto millonario perjuicio al Estado en la venta de crudo a China y Tailandia.
El exmandatario deberá acudir ante la sede de la Fiscalía en Quito el próximo lunes para "recoger su versión sobre los hechos que se investigan" en el denominado caso Petrochina, indicó la dependencia en un comunicado.
La Fiscalía indaga un posible perjuicio al Estado en la intermediación de la venta anticipada de petróleo, mecanismo que aplicó el gobierno de Correa (2007-2017) para recibir recursos a cambio de la posterior entrega de crudo.
El caso fue denunciado por el periodista y político ecuatoriano Fernando Villavicencio, quien sostiene que hubo presuntas irregularidades en las negociaciones con China y Tailandia que dejaron perjuicios por unos 2.200 millones de dólares al Estado.
La investigación fiscal se inició hace un año y es la primera vez que Correa es llamado a declarar.
El exmandatario aduce que sus adversarios, incluido el presidente y exaliado Lenín Moreno, pretenden involucrarle en presuntos actos de corrupción en el marco de una persecución política en su contra.
Correa, quien se mudó a Bélgica tras dejar el cargo el 24 de mayo pasado, está en Ecuador haciendo campaña por el "No" para el referendo del próximo domingo convocado por Moreno para eliminar la reelección indefinida, lo que inhabilitaría al exgobernante para las presidenciales de 2021.
Desde que llegó al país, el expresidente ha denunciado algunas agresiones en su contra. Este miércoles, mientras estaba en una entrevista radial en una localidad costera, un grupo de personas descontentas con su presencia arrojaron basura y pintaron un auto de su caravana.
A inicios de enero, la Contraloría ecuatoriana creó una veeduría ciudadana para auditar la deuda pública interna y externa de los últimos cinco años del gobierno de Correa.
El exmandatario señala que ya fue auditado y que los veedores son "odiadores" de la "Revolución Ciudadana", como Correa denomina a su programa de gobierno de orientación socialista.
El exjefe de Estado acusa a Moreno, su expartidario, de "traidor" y de aliarse con la oposición para desprestigiar su legado.