Este domingo Google presentó un nuevo Doodle animado. Esta vez, lo hizo en conmemoración del nacimiento del ingeniero químico mexicano Mario Molina, quien ganó el Premio Nobel de Química en 1995 por sus aportes para divulgar y analizar los daños causados por los gases a la capa de ozono.
El científico José Mario Molina Pasquel y Henríquez nació el 19 de marzo de 1943 en la Ciudad de México, hijo de Roberto Félix Molina, quién fue embajador de México en Etiopía, Australia y Filipinas. Lamentablemente, falleció el 7 de octubre de 2020 a consecuencia de un infarto agudo de miocardio, en su ciudad natal.
Molina fue profesor en la Universidad de California, en el Jet Propulsion Laboratory y en el Instituto Tecnológico de Massachusets. Además, es considerado uno de los principales divulgadores sobre los peligros del calentamiento global e incluso fue asesor en esta materia del ex presidente de México, Enrique Peña Nieto, y del ex presidente estadounidense, Barack Obama.
Desde niño a Molina le interesó la ciencia
Molina desde una corta edad mostró interés en la ciencia. Mientras otros niños de su edad jugaban el pasaba su tiempo en el laboratorio improvisado que había montado en su habitación en Ciudad de México.
Hijo de un embajador mexicano en Australia, Filipinas y Etiopía, el joven curioso dio sus primeros pasos en la educación superior en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde se recibió de ingeniero químico en 1965.
Luego se especializó en Alemania donde cursó un posgrado en la Universidad de Friburgo. Luego vivió un tiempo en París y regresó a la capital de México donde ingresó al programa de doctorado en fisicoquímica de la Universidad de Berkeley, California, donde conoció al investigador Frank Sherwood Rowland, con quien compartió el Nobel con él.
Juntos se dedicaron principalmente a la investigación de los perjuicios que causan los gases clorofluorocarbonados en la capa de ozono de la Tierra, algo que hasta entonces era poco investigado. A pesar de que sus análisis parecían ser rechazados por algunos medios y agrupaciones, sus trabajos fueron publicados en la revista Nature y ganaron reconocimiento con el paso del tiempo.
Premio Nobel de Química en 1995
El 11 de octubre de 1995, tres científicos fueron galardonados con el Premio Nobel de Química por sus esfuerzos en concientizar sobre el daño a la capa de ozono. Ellos fueron Mario Molina y Frank Sherwood Rowland, por su dedicación a la hora de comprobar que los compuestos de cloro y de bromuro en la estratosfera son culpables de crear el agujero de ozono.
El premio también se le otorgó también al científico neerlandés Paul J. Crutzen, ya que en 1970 descubrió que los gases antes mencionados no se degradaban en la capa de ozono, sino que tiene un efecto perjudicial.