El ataque contra el hotel Radisson de Bamako es el tercero contra civiles extranjeros en Mali, en 2015. A expertos les preocupa la magnitud del ataque y el grado de profesionalismo de los terroristas.

El grupo terrorista Al-Murabitoun (el guardián), aliado a Al Qaeda, se adjudicó la autoría del ataque. "Aunque no se ha confirmado aun oficialmente, su responsabilidad es muy factible", dice Katja Müller, de la Fundación Friedrich Ebert (FES) en Bamako. Dicho grupo es conocido en Mali debido a sus ataques recientes contra bares y hoteles. "El grupo yihadista se compone de tuaregs y árabes del norte de Mali, regiones de Tombuctú, Gao y Kidal". Al-Murabitoun tiene fuertes redes regionales y recluta a muchos miembros de Argelia y Túnez.

Ataques terroristas contra extranjeros

El Radisson Blu es un hotel de lujo que se encuentra en pleno corazón de Bamako, con la fama de ser el más seguro en la ciudad, y, por lo tanto, el lugar preferido por delegaciones internacionales, diplomáticos y hombres de negocios, dijo a DW Jan Henrik Fahlbusch, también de la FES en Bamako, quien augura que “este ataque afectará el frágil proceso de paz” en este país de África occidental.

Katja Müller recuerda que en los últimos meses el Ejército francés ha eliminado a varios cabecillas del grupo terrorista y cree que esta es su reacción violenta. En Mali hay varios grupos que buscan desestabilizar el país: los terroristas aprovechan la incertidumbre para ejecutar sus actividades ilegales, como el narcotráfico y el tráfico de personas. Actividades que las misiones militares nacionales e internacionales entorpecen. "Los terroristas ven a estas misiones como enemigos y por eso las han declarado objetivos militares", dice Fahlbusch, a quien le preocupa que el terrorismo se extienda también al sur del país.

El ministro de Relaciones Exteriores de Malí cree, por su parte, que el grupo Ansar Dine podría estar detrás de los ataques, debido a que recientemente le declaró la “guerra santa” a Francia en un mensaje de audio. Ansar Dine aterroriza a los musulmanes moderados con su interpretación radical del Corán. Sin embargo, Wiliam Assanvo, investigador del Instituto de Estudios de Seguridad en Dakar, “no cree que haya una conexión con los atentados en París porque la amenaza terrorista en Mali tiene su propia dinámica y orden del día".

Frágil paz

Desde hace más de tres años, la situación de seguridad en Mali es cada vez más tensa. En 2012, rebeldes tuareg y milicias islamistas aprovecharon el golpe militar en Bamako y se tomaron el control de vastas áreas en el norte. El avance de los islamistas hacia el sur en 2013 pudo ser detenido por la intervención militar de Francia. Desde 2013, la fuerza de paz de la ONU en Malí (MINUSMA) vela por la seguridad allí.

En junio, y bajo mediación de Argelia, el Gobierno de Malí y los principales grupos rebeldes tuareg quisieron lograr un alto el fuego, pero ni los soldados franceses de la Operación Serval, ni los más de 10.000 soldados de paz de la MINUSMA han podido estabilizar el norte.

Por su parte, Alemania tiene a su cargo la Misión de Entrenamiento de la UE, que entrena a las fuerzas armadas malienses. En los últimos días, Alemania atendió el pedido de Francia y enviará a más efectivos. Así, los alemanes respaldarán a los holandeses en el norte y asumirán tareas de observación.

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