Dos multimillonarios se veían muy contentos este martes al anunciarse una enorme inversión, estimada en US$50.000 millones, por parte de la firma japonesa Softbank en nuevas empresas tecnológicas estadounidenses.
Al hacer el anuncio, el presidente de Softbank, Masayoshi Son, compartía con el presidente electo estadounidense Donald Trump una sonrisa de oreja a oreja.
No es poco el dinero que Masayoshi Son ha apostado a la nueva relación.
Los US$50.000 millones son parte de una inversión por US$100.000 millones ya anunciada anteriormente, un negocio ideado antes de la elección estadounidense, así que algunos podrían argumentar que era dinero que en cualquier caso iba a dirigirse a Estados Unidos.
Pero Donald Trump se ha apresurado a presentar el anuncio del empresario japonés como una nueva victoria suya.
Sin duda será utilizada por el equipo del magnate como evidencia de que, incluso en momentos en que Estados Unidos se retira de acuerdos comerciales globales como el Acuerdo TransPacífico (TPP; por sus siglas en inglés), el país sigue siendo un buen destino para las inversiones asiáticas, como la que promete Softbank.
Pero, ¿por qué Masayoshi Son, uno de los más excéntricos empresarios de Japón, está invirtiendo en los Estados Unidos de Trump en un momento en el que ese país parece interesarse menos en Asia?
Hay por lo menos tres razones.
1. El negocio de Sprint:
Softbank pagó US$22.000 millones en 2013 por una participación en la firma de telecomunicaciones estadounidense Sprint, la tercera operadora más grande del país en ese momento.
Pero esa inversión ha perdido cerca de US$7.000 millones a medida en que Sprint ha venido perdiendo terreno frente a sus competidores.
Una de las maneras con las que Softbank esperaba volver a la rentabilidad para su inversión era comprando a T-Mobile, el principal competidor de Sprint en Estados Unidos. Pero el negocio se frenó luego de que las agencias regulatorias indicaran que no estaban a favor de la operación.
Lograr un acercamiento con el nuevo presidente al hacer un negocio que le genera buena publicidad a Trump podría ser una manera de "ablandar" a las agencias regulatorias en el futuro.
2. Buscar acceso a firmas tecnológicas estadounidenses
Japón ya no es en realidad el centro de innovación y tecnología que alguna vez fue, asegura Marc Einstein, de la firma consultura Frost & Sullivan.
Einstein cubre el sector desde Tokio, y asegura que "Japón se ha quedado atrás en tecnología".
En ese sentido, estar en Estados Unidos y tener un pie en el sector le daría a Masayoshi Son acceso a la tecnología de Silicon Valley y, más importante aún, a lo que la gente ahí está pensando y haciendo, así como al futuro delinternet de las Cosas.
3. Amigos multimillonarios
Es dificil ignorar la evidente camaradería que existe entre los dos hombres. "Ambos son multimillonarios, rebeldes y apostadores", asegura Einstein.
"Puedo imaginarlos sentados y teniendo una discusión positiva".
Según Einstein, los dos magnates "se entienden y hablan el lenguaje del otro", lo que sugiere que ambos comprenden el significado de un buen negocio.