El Gobierno de Austria es uno de los ejecutivos con más simpatías hacia Moscú en la Unión Europea (UE).
Tras el escándalo por el intento de asesinato de un exespía ruso en el Reino Unido, Austria fue uno de los pocos países comunitarios que decidió no unirse a las sanciones diplomáticas contra Rusia.
El vicecanciller del Gobierno y jefe del FPÖ, Heinz-Christian Strache, abogó precisamente el pasado fin de semana por un final de las sanciones comerciales occidentales contra Rusia, impuestas tras la anexión rusa de la península ucraniana de Crimea.
El "número dos" del Gobierno austríaco aseguró que las sanciones son dañinas para la economía austríaca y que la posición europea "arroja a Rusia en los brazos de China".
Putin tendrá una apretada agenda de contactos políticos y económicos que comenzará con un recibimiento con honores militares a las 13:30 hora local y un encuentro con el presidente austríaco, Alexander Van der Bellen, seguido por una reunión de trabajo con Kurz.
La entonces Unión Soviética firmó en 1968 con Austria el primer acuerdo de envío de gas natural a un país occidental. Rusia es el principal abastecedor de gas natural para Austria, en cuya parte oriental, en Baumgarten, se encuentra un gran centro de distribución de esta materia prima para el resto de Europa.