AFP-T13

En medio de la expectación, el presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, rechazó este jueves convocar a elecciones adelantadas en Cataluña, porque asegura que no existen suficientes garantías para ello. 

"He estado dispuesto a convocar estas elecciones siempre y cuando se diesen unas garantías [...]. No hay ninguna de estas garantías que justifiquen hoy la convocatoria", indicó un día antes de que el Senado español dé luz verde a la toma de control de la región por Madrid.

El líder catalán aseguró que tomó la decisión luego de "agotar todas las vías para encontrar una solución dialogada y pactada en un conflicto político y democrático", pero que no había "ninguna garantía" que le permitiera la celebración de estas elecciones.

Puigdemont dijo que "comprobamos con decepción que la responsabilidad exigida y presionada llega para unos". A otros, en cambio, se les permite "una total irresponsabilidad". "Es la política del 'a por ellos' y no 'con ellos", añadió en su esperado discurso.

Asimismo, dejó en manos del Parlamento autonómico la potestad de responder a una intervención de la autonomía.

La declaración de esta tarde fue suspendida, sin dar mayores explicaciones, en momentos en que se alega desde la Generalitat que la aplicación del artículo 155 de la Constitución crearía una situación "más grave".

El anuncio de Puigdemont estaba previsto a que sucediera antes de que el Senado aprobara la aplicación del artículo 155, pero se dieron prácticamente en paralelo. 

La vicepresidenta del gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, defendió las medidas para intervenir la autonomía de Cataluña, alegando que son necesarias para que se abra "una nueva etapa en la que la ley se respete".

"El viaje a ninguna parte del independentismo tiene que llegar a su punto de retorno", señaló Sáenz de Santamaría ante el Senado.

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