En catalán, francés e inglés se expresó este martes el destituido presidente catalán, Carles Puigdemont en una rueda de prensa realizada desde Bruselas, en Bélgica. "Una parte del Govern nos hemos desplazado a Bruselas para hacer evidente el problema catalán en el corazón de Europa", dijo.
La comparecencia, fue la primera desde que el gobierno español lo sacó de sus funciones y la fiscalía general se querelló contra él por "rebelión". En ella, Puigdemont descartó que esté en Bélgica intentando conseguir asilo político y planteó que "estamos aquí a cambio de las garantías que no nos da España".
En la declaración Puigdemont acusó "agresividad del Estado" y dijo que desde el independentismo "llegamos al límite de proponer la suspensión de la declaración a cambio de un diálogo", el cuál fue rechazado por los principales partidos políticos como el PP o el PSOE.
Puigdemont aseguró que "la paz y el diálogo siempre han sido una prioridad" de los independentistas y que "si el Estado español quiere alzar su proyecto desde la violencia, será su decisión".
También declaró que la querella es un "ejemplo de máxima beligerancia" por parte de España y que "confirma la extrema agresividad que plantea el gobierno español contra el gobierno catalán. En todo su redactado se refiere a hechos políticos".
Así, dijo que "el gobierno legítimo de Cataluña ha adoptado su plan de trabajo con cuatro prioridades" y luego repitió "no hemos abandonado nunca el gobierno".
Entre sus planteamientos, está "ralentizar" el proceso independentista para evitar la violencia.
Respecto a las elecciones convocadas por el gobierno de Mariano Rajoy, llamó a respetar la postura de la mayoría. "Los retos democráticos no nos dan miedo", dijo sobre su propio conglomerado a la vez que afirmó que "lucharamos para impedir el artículo 155".
En paralelo, esta mañana, el Tribunal Constitucional español suspendió la declaración de independencia de Cataluña. Esto a raíz de una petición del gobierno de Rajoy.