El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, reiteró el jueves su disposición a "emprender un proceso de mediación" para abordar el conflicto catalán, pero al mismo tiempo dio por hecho "en los próximos días" las instituciones catalanas tendrán que "aplicar el resultado del referéndum" celebrado el pasado 1 de octubre.
En una declaración institucional desde el salón Mare de Déu de Montserrat del Palau de la Generalitat, Puigdemont ha considerado una "grave irresponsabilidad" que el Gobierno de Mariano Rajoy rechace las "diversas propuestas" de mediación que han llegado en las últimas horas.
Como ya planteó el pasado lunes, Puigdemont subrayó que "este momento pide mediación" y ha destacado que los ofrecimientos que están llegando "conocen de primera mano" su "disposición".
La violencia policial "ha helado el corazón a medio mundo"
El presidente del Gobierno regional catalán aprovechó la ocasión para recordar los episodios de violencia por parte de las fuerzas de seguridad españolas, enviadas a Cataluña para tratar de impedir la celebración de la consulta.
A su juicio, los catalanes "han sido víctimas de una violencia policial que ha helado el corazón a medio mundo".
Puigdemont acusó asimismo a Felipe VI de haber asumido el discurso y las políticas del Gobierno de Mariano Rajoy, "catastróficas en relación con Cataluña", y añadió: "Así no. Con su decisión de ayer usted decepcionó a mucha gente que lo aprecia".
Madrid
El Gobierno de España rechazó en un comunicado las críticas formuladas por el presidente catalán contra el Rey Felipe VI, y aseguró que no negociará ninguna ilegalidad ni aceptará ningún chantaje.
El documento remitido por Presidencia del Gobierno a la agencia Efe añade que las críticas del presidente de la Generalitat contra el jefe del Estado "demuestran que el señor Puigdemont no solo está contra la Ley, sino fuera de la realidad".
Para el Gobierno, el presidente catalán "ha perdido esta noche la oportunidad de devolver a Cataluña a la senda de la convivencia y de la Ley".
Madrid, asegura el comunicado, "no va a negociar ninguna ilegalidad, no va a aceptar ningún chantaje".