El primer ministro de Australia afirmó el lunes que actuará por la vía "diplomática" ante las acusaciones de la que es objeto en Estados Unidos el australiano Julian Assange y confirmó declaraciones anteriores en las que cuestionaba el objetivo de esta acción legal.
En momentos en que crece la presión interna sobre él para intervenir en el caso del fundador de WikiLeaks, el primer ministro Anthony Albanese dijo que mantiene los comentarios que hizo al respecto el año pasado cuando estaba en la oposición.
"No entiendo a qué objetivos obedece la actual acción judicial contra Assange," dijo entonces Albanese. Ahora el dirigente dice "tener la intención de liderar un gobierno que se compromete de forma apropiada y diplomática con nuestros aliados" para tratar el caso.
La mujer de Assange, Stella Assange, afirmó el lunes a la radio ABC que está al tanto de que el gobierno Albanese está tratando el caso del fundador de Wikileaks con la administración estadounidense del Presidente Joe Biden, y calificó la noticia de "extraordinariamente bienvenida".
El gobierno británico firmó el viernes pasado el decreto de extradición de Assange a Estados Unidos, donde se le quiere juzgar por una fuga masiva de documentos confidenciales.
Estados Unidos quiere juzgar a Assange por espionaje y podría condenarlo a hasta 175 años de cárcel si es declarado culpable de la publicación a partir de 2010 en WikiLeaks de unos 700.000 documentos militares y diplomáticos estadounidenses secretos, sobre todo sobre Irak y Afganistán.