"Construiré un muro que funcione. La frontera insegura con México invita a inmigrantes ilegales, criminales y terroristas a pisar suelo estadounidense". "Triplicaré el número de agentes que patrullan la frontera". "Aumentaré la vital vigilancia aérea. Se necesitan ojos en el cielo para hallar y detener a todos los que ingresen ilegalmente".

Las frases anteriores pertenecen a un aspirante a la candidatura presidencial por el Partido Republicano de Estados Unidos, pero no es el millonario Donald Trump.

Son propuestas del senador por Texas Ted Cruz, quien este martes se juega su futuro en las primarias del Estado de Indiana, donde necesita con urgencia una victoria para detener el avance de Trump hacia la postulación republicana.

El magnate del sector inmobiliario hizo de las ideas políticamente incorrectas la marca diferenciadora de su candidatura.

Trump ha cosechado titulares de prensa en todo el planeta con propuestas como la de prohibir el ingreso de musulmanes a EE.UU. o insultando a los inmigrantes procedentes de México.

Sin embargo, Cruz no solo plantea iniciativas igualmente consideradas por algunos como radicales en varios temas sensibles sino que en algunos casos supera a Trump.

"Ted Cruz es radical de una forma más consistente. Sus posiciones son las de un cristiano conservador, con apoyo a la reducción de impuestos y rechazo al aborto", apunta Jon Sopel, editor de la BBC para América del Norte.

"Donald Trump tiene unas ideas que serían consideradas igualmente radicales -especialmente las de construir el muro con México y prohibir el ingreso de musulmanes a EE.UU.-, pero hay temas en los que es mucho más liberal: apoya la planificación familiar y cree que el gobierno debe proporcionar mejoras educativas y cuidado de salud universal", agrega.

La semana pasada, John Boehner, quien hasta octubre de 2015 fue presidente de la Cámara de Representantes en el Congreso de EE.UU., dijo que Cruz era "lucifer encarnado".

"Tengo amigos demócratas y republicanos. Me llevo bien con casi todo el mundo, pero nunca he trabajado con un hijo de puta más miserable en mi vida", dijo Boehner a propósito del senador por Texas.

BBC Mundo analiza algunos temas en los que Ted Cruz mantiene posiciones más extremas que Donald Trump.

Aborto sin excepciones

Pese a haber sido legal desde la década de los 70, el aborto es un tema que divide a la sociedad estadounidense.

La postura de Cruz es de rechazo extremo incluso en caso de que el embarazo sea producto de una violación, como dejó claro en una entrevista con la cadena Fox, donde dijo que aunque la violación es un delito horrible, "el niño no tiene la culpa".

El senador ha encabezado en el Congreso los intentos para eliminar los fondos federales que recibe la organización Planned Parenthood, que cuenta con clínicas en las que las mujeres pueden abortar.

Para lograr ese objetivo, el año pasado los republicanos estuvieron a punto de forzar un cierre financiero del gobierno federal.

¿Y Trump qué opina sobre el aborto? Es contrario a esta práctica, pero admite excepciones para los casos de violación, incesto o cuando la vida de la madre esté en riesgo.

Cruz tiene posturas más radicales también en relación con el seguro de salud obligatorio, conocido como Obamacare. Ha dicho que lo anularía desde el primer día de su llegada a la Casa Blanca.

¿Y Trump? Se ha limitado a señalar que lo sustituiría por algo mejor.

En 2013, Cruz lideró un esfuerzo de un sector de los republicanos para detener la entrada en vigor de este plan de salud bloqueando los fondos federales.

Para ello, pronunció un discurso de 21 horas y 19 minutos para agotar los plazos para la aprobación de los recursos.

El resultado fue un cierre financiero del gobierno federal que duró 16 días y dejó temporalmente a 700.000 trabajadores sin sueldo ni trabajo.

Acuerdo nuclear con Irán

Trump y Cruz han expresado su rechazo al acuerdo alcanzado por Estados Unidos y otras cinco potencias, con el apoyo de la ONU, sobre el programa nuclear de Irán.

El pacto permite levantar las sanciones internacionales contra Irán a cambio de que Teherán renuncie a la obtención de una bomba atómica y cumpla con algunas condiciones para garantizar que cumplirá el acuerdo.

Cruz prometió poner fin al acuerdo con Irán desde el primer día en que ocupe la presidencia.

Durante las negociaciones diplomáticas, Cruz fue uno de los 47 senadores republicanos que enviaron una carta a Irán para advertirle que el acuerdo no tendría futuro sin el apoyo del Congreso y que el próximo presidente podría revocarlo "de un plumazo".

¿Y Trump? Dijo que aunque no le gusta, una vez que ya está en vigor, optaría por asegurarse de que se cumpla para que Irán no tenga oportunidad de incumplirlo.

Reforma fiscal

Un elemento clave en la agenda económica del Partido Republicano es la reducción de impuestos con el argumento de que eso serviría para impulsar el crecimiento económico y la creación de empleos.

En la actualidad, en Estados Unidos hay siete tasas distintas para el pago de impuestos de las personas naturales que tributan de acuerdo con su nivel de ingresos.

El tipo impositivo más bajo es de 10% y se aplica a las personas solteras que ganan hasta US$9.225. El más alto es del 39,6% y lo deben pagar quienes ingresen más de US$413.000.

Ted Cruz propone establecer una tasa de impuestos única de 10%, independientemente del nivel de ingreso.

¿Y Trump? Aboga por imponer 4 tasas que irían del 0%, para quienes ganen menos de US$25.000, al 25%, para quienes ganen más de US$150.000.

En cuanto a las empresas, Cruz propone una tasa de 16%, en lugar del tipo impositivo actual de 35%.

El senador por Texas ha dicho que su reforma fiscal significará la "abolición" del ente federal encargado de recaudar los impuestos –el Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés)– tal como funciona actualmente.

Además propone eliminar los departamentos (ministerios) de Educación, Energía, Comercio, Vivienda y Desarrollo Urbano.

Más gasto militar

El programa de Ted Cruz contempla "reconstruir" la fuerza militar estadounidense, en base a la premisa de que se encuentran disminuida en relación con la situación en la que estaban durante el gobierno de Ronald Reagan (1981-1989).

Cruz plantea contar con, al menos, 1,4 millones de militares activos y la modernización y ampliación tanto de las fuerzas convencionales como de las fuerzas estratégicas nucleares.

Prevé aumentar hasta 6.000 el número de aviones (de los menos de 4.000 que hay ahora) y la construcción de 12 nuevos submarinos con capacidades nucleares.

Para costear esta modernización, Cruz propone aumentar el gasto militar del 3,5% actual y ubicarlo en torno al 4% del Producto Interno Bruto durante una década.

Según estimaciones de Benjamin Friedman, del Instituto CATO, un centro de estudios de políticas públicas con sede en Washington, la ejecución de esta propuesta de Ted Cruz significaría un aumento del gasto militar de US$2,6 billones de dólares en ocho años.

En contraste, Donald Trump promete crear una fuerza militar "tan fuerte que nadie se meterá con nosotros", pero afirma que lo hará "gastando mucho menos".

El magnate no explicó cómo fortalecería la fuerza armada gastando menos, pero sí dijo que pondría fin al programa de compra de los cazas de quinta generación F-35, cuyo costo excede en miles de millones el presupuesto original y cuyos resultados no son satisfactorios.

Refugiados e inmigrantes

Cruz y Trump mantienen posiciones similares en la defensa del derecho de los ciudadanos a portar armas de fuego y en la negación de la existencia del fenómeno del cambio climático.

También coinciden en el tema de la inmigración y ambos respaldan un aumento de restricciones para la entrada de inmigrantes legales a Estados Unidos.

Concretamente en este asunto, el senador por Texas dice que evitará cualquier aumento en la inmigración legal al país "mientras el desempleo en Estados Unidos permanezca en cifras inaceptablemente altas".

Afirma que si llega a la Casa Blanca eliminará el programa de lotería de visas, mediante el cual cada año se otorgan al azar 50.000 permisos de residencia a ciudadanos de casi todas partes del mundo.

También ordenará paralizar durante seis meses el programa de visas H1-B,que permite a las empresas estadounidenses contratar a trabajadores extranjeros altamente calificados.

Trump aboga directamente por la eliminación del programa de visas H1-B.

Ambos coinciden en eliminar el otorgamiento de la nacionalidad estadounidense a los hijos de inmigrantes ilegales que hayan nacido en Estados Unidos.

En cuanto a los refugiados procedentes de Siria, mientras Trump dice que no aceptaría a ninguno, Cruz asegura que sólo recibiría a los que sean cristianosy que los de fe musulmana busquen asilo en otros países de mayoría islámica.

A comienzos de marzo, cuando empezaron a conocerse los resultados que daban la victoria a Donald Trump en las primarias del Supermartes, las búsquedas de estadounidenses en Google acerca de cómo mudarse a Canadá aumentaron hasta en 1.150%.

Algunos de esos potenciales emigrantes probablemente verán en una victoria electoral de Ted Cruz un nuevo motivo para comprar un billete sin retorno a Ottawa.

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