El presidente de Líbano, Michel Aoun, rechazó este viernes una investigación internacional sobre la gigantesca explosión en el puerto de Beirut y dijo que podría haber sido causada por la "negligencia" o por un "misil", mientras continúa la búsqueda desesperada de supervivientes entre los escombros.
"Es posible que esto haya sido causado por la negligencia o por una acción exterior, con un misil o una bomba", declaró Aoun el viernes a la prensa, convertido en el primer dirigente libanés que menciona una pista exterior.
Las autoridades afirmaban hasta ahora que la explosión había sido provocada por un incendio en un enorme almacén que contenía 2.700 toneladas de nitrato de amonio, una sustancia química peligrosa almacenada desde hacía seis años "sin medidas de precaución", como lo confesó el propio primer ministro.
Aoun indicó que había sido informado de la presencia de esta mercancía el 20 de julio y que pidió que el Consejo Superior de Defensa hiciera lo necesario.
Por su parte, el movimiento chiita libanés Hezbolá negó "categóricamente" el viernes tener un "almacén de armas" en el puerto de la ciudad, tras las acusaciones que han circulado en los medios de comunicación y en la opinión pública.
"Ni almacén de armas, ni almacén de misiles (...) ni una bomba, ni una bala, ni nitrato" de amonio, insistió su líder, Hassan Nasralá.
El viernes, Aoun rechazó sin embargo las peticiones para abrir una investigación internacional, pues equivaldría a "diluir la verdad".
El presidente francés, Emmannuel Macron, reclamó una investigación internacional "transparente" durante una visita el jueves a Beirut, a la vez que exhortó a los dirigentes libaneses a "cambiar el sistema".
Aoun reconoció además el viernes que era necesario revistar un régimen político "paralizado".