El presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, reconoció el viernes que Honduras "se complica cada día más" por la COVID-19, que lo tiene hospitalizado desde el pasado 18 de junio.
"Lo que puedo ver es que la situación, pues obviamente, cada día se complica más, se satura más y hacen falta recursos importantes", lamentó el mandatario en una videconferencia con ministros transmitida en cadena nacional de radio y televisión la noche del viernes.
"Esta es una guerra entre la vida y la muerte", añadió el presidente, que participó sin activar el video.
El gobernante de 51 años anunció el 17 de junio que sufrió malestares y que pruebas de laboratorio confirmaron que padecía COVID-19. Un día después, el portavoz del gobierno, Francis Contreras, aseguró que el presidente fue internado en el Hospital Militar de la capital por una neumonía.
"Hace unos días que comencé con síntomas, creí que era otra cosa y perdí tres, cuatro días importantes para poderme tratar (...) yo soy testigo de cómo es necesario ser preciso en acudir al médico", dijo en la videoconferencia.
"Esta enfermedad, como es desconocida, es altamente volátil", añadió.
Los ministros hablaron de la contratación de personal, instalación de más camas y ventiladores, sin señalar que resultan insuficientes pese a los comentarios del mandatario.
Con 9,3 millones de habitantes Honduras registra, según el último informe oficial de la noche del viernes, 15.994 enfermos, 471 muertos y 1.678 recuperados del coronavirus.
Los hospitales públicos y privados colapsaron y las autoridades están improvisando salas para atender a los pacientes, muchos de los cuales solo llegan a morir.