AFP

El presidente filipino, Rodrigo Duterte, comenzará este martes una gira por Japón, después de una comentada visita a China la semana pasada, que pareció despejar dudas sobre sus intenciones estratégicas.

Filipinas y Japón son tradicionalmente países aliados, pero después de que la semana pasada Duterte anunció su "separación" de Estados Unidos durante una visita a China, el panorama es más incierto. 

El fin de semana, ya de vuelta en su país, Duterte matizó sus comentarios y afirmó que no iba a romper la alianza con Estados Unidos. 

Y el lunes, aseguró a los medios japoneses que Estados Unidos iba a seguir siendo su único aliado militar 

"Las alianzas están vigentes, están ahí", dijo en referencia a Estados Unidos, informó la agencia de noticias Kyodo News. "No debe haber preocupaciones sobre un cambio en las alianzas. Yo no necesito hacer alianzas con otras naciones", aseguró. 

Su visita es objeto de intenso escrutinio en Japón, un importante inversor y donante para Manila, siempre escéptico de cualquier avance de China en política exterior. 

El primer ministro japonés, Shinzo Abe, ha trabajado para fortalecer los lazos entre ambos países, ayudando a Filipinas con naves para patrullar los mares y tomando partido por Manila en los diferendos territoriales con Pekín. 

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