La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, destituyó este sábado a su ministro de Minería, Fernando Vásquez, por proferir declaraciones consideradas racistas contra el partido del exmandatario indígena Evo Morales.

"Como presidenta he decidido la destitución del ministro Vásquez por sus expresiones racistas. En este gobierno no acepto corrupción ni discriminación alguna. Bolivia es una familia donde todos somos iguales", dijo la mandataria en su cuenta de Twitter.

En declaraciones a una radio local, Vásquez, que ocupó en el pasado cargos de mando en el gobierno de Morales, negó nexos con el Movimiento al Socialismo (MAS), el partido del exmandatario, porque "hay algunas especificaciones inclusive de identidad".

"Tengo ojos verdes, pelo crespo, soy blanco (..), esas mis condiciones no hacen que yo sea compatible con el resto de las personas del MAS", dijo a la radio Fides de Potosí, una región minera de mayoría quechua, de donde el ministro es oriundo.

Las palabras de Vásquez llevaron a la bancada parlamentaria del MAS, mayoritaria en el Congreso bicameral, a pedir a Áñez en un comunicado público "la inmediata destitución de dicha autoridad, ya que sus palabras tienen alto contenido racista y discriminador".

Morales, que se halla asilado en Argentina tras dimitir en noviembre pasado luego de casi 14 años en el poder, escribió en Twitter que "el racismo es un delito contra el que debemos luchar como sociedad".

Vásquez, que luego se disculpó por sus declaraciones a las que calificó de "irónicas", corre el riesgo de ser procesado en el marco de una ley denominada "contra el racismo y toda forma de discriminación", promulgada en 2010 en el gobierno de Morales.

El empresario Samuel Doria Medina, compañero de fórmula de Áñez, que buscará la presidencia del país en las próximas elecciones generales, todavía sin fecha asignada, exigió más temprano en Twitter que el ministro se disculpara públicamente.

"Calificar a los demás y a uno mismo por el color de su piel y sus ojos es un acto de ignorancia y estupidez del tamaño del (nevado) Illimani (que corona la ciudad de La Paz)", escribió. 

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