Gran Bretaña se está preparando para ir a las urnas el 8 de junio después de una campaña electoral extraordinaria, que ha sido ensombrecida por la tragedia de los ataques terroristas en Londres y Manchester durante el último mes.
La campaña fue suspendida el lunes 5 de junio tras el ataque terrorista del fin de semana en el Puente de Londres. Pero la suspensión no impidió el intercambio de comentarios agudos entre laboristas y conservadores. Los laboristas criticaron el recorte de fondos para la policía realizados por Theresa May, mientras los conservadores dijeron que los laboristas no serían suficientemente firmes contra el terror.
"Obviamente la discusión se centrará sobre el tema de la seguridad, con los laboristas enfocándose en los recortes al número de policías y los conservadores poniendo en duda la firmeza de la oposición en la lucha contra el terrorismo", dice Tom Follett, director de proyectos del think tank ResPublica. "Sin embargo, otras cuestiones domésticas han jugado un papel importante en estas elecciones y los votantes saben que la vida tiene que continuar después de los ataques terroristas", añade el experto.
La vuelta del sistema bipartidista
La campaña de las elecciones generales de este año ha resultado en la vuelta del antiguo bipartidismo y el fracaso de los partidos más pequeños. El Partido Laborista y el Partido Conservador ofrecen ambos manifiestos claramente diferentes. "Por primera vez en mi vida adulta se me ofrecen alternativas reales, en lugar de la habitual carrera por el centro", dice el residente de Londres Alex Jenkins.
Cuando May convocó las elecciones, todo indicaba que obtendría una victoria total. A laboristas y conservadores les separaban 22 puntos en las encuestas. Ahora son apenas tres puntos.
El estrechamiento de la brecha se debe, al parecer, a los partidarios de otros grupos políticos que se unen alrededor de Jeremy Corbyn, y también se debe al fuerte apoyo entre los jóvenes", dice Follett. "Corbyn tiene dos problemas: los jóvenes tienen tradicionalmente bajas tasas de participación en las elecciones y en cualquier caso el voto de los jóvenes y los estudiantes se concentra en las zonas urbanas que ya tienden a favorecer al laborismo de todos modos. Considerando el sistema de votación en el Reino Unido, esos votos adicionales no sirven de nada".
Brexit blues
La mayoría de las encuestas todavía dan a los conservadores una clara ventaja, pero parece que ya no se tratará de un derrumbe opositor, como se esperaba originalmente. "La mayoría de la gente no quería estas elecciones. Tuvimos elecciones generales en 2015 y el referéndum el año pasado. Estamos agotados y me pregunto si los político no serán castigados por ello en las urnas", dice la residente de Brighton Zoe Evans.
Independientemente de lo que pase el jueves, la campaña no le fue bien a Theresa May, que ha dañado su reputación con una serie de giros y tropiezos. La mayoría de los primeros ministros se benefician de un "periodo de luna de miel" que se traduce en buenos resultados en las encuestas. El suyo se ha visto reducido por exponerse a nuevas elecciones.