En Washington Distrito de Columna (D.C.) está la Casa Blanca, el Capitolio, los monumentos a los fundadores de Estados Unidos y numerosas oficinas que componen la administración nacional.
Es la capital de Estados Unidos pero no es un estado como el resto de los 50 que componen el país, sino un distrito federal.
Por eso el pasado martes, mientras los ciudadanos estadounidenses elegían a Donald Trump como presidente, en D.C. además pedían a través de un referendo convertirse en estado.
El 79% los votantes votó a favor de que las autoridades locales eleven una petición al Congreso para que declare a Washington D.C. estado bajo la denominación de "Estado de Nueva Columbia".
"Sus votos confirmaron lo que todos sabíamos y es que los habitantes de Washington están cansados de ser tratados como ciudadanos de segunda clase", dijo la alcaldesa de la ciudad., Muriel Bowser en una conferencia de prensa el miércoles.
Detalles de la petición
La consulta popular también incluyó la aprobación de una Constitución del nuevo estado, la creación de nuevos límites geográficos para Nueva Columbia y la elección de representantes para su gobierno.
Y si obtienen el estatus de estado, los ahora llamados capitalinos podrán elegir a un gobernador en vez de un alcalde, miembros de su legislatura en vez de consejeros de la ciudad y claramente tener representación en el Congreso nacional.
Históricamente se ha negado la condición de estado a la capital estadounidense al considerar que la administración y seguridad de las instituciones del gobierno federal no debían depender de ningún estado en concreto.
Protesta
Esta no es la primera vez que los residentes de Washington D.C. reclaman la categoría de estado.
El pedido de sus residentes para tener representantes en el Congreso se remonta a más de 200 años.
Una de las protestas más recientes se lleva a cabo en las de las matrículas de los autos.
Desde el año 2000, los ciudadanos han colocado en sus placas de autos la frase "taxation without representation" (impuestos sin representación), en referencia al pago de impuestos federales sin tener congresistas.
Incluso el presidente Barack Obama instruyó en 2013 que todos los autos presidenciales utilicen la placa con esa leyenda.
Obama vio "de primera mano lo injusto que es para las familias en D.C. trabajar duro, criar a sus niños y pagar impuestos federales, sin tener voto en el Congreso", según dijo entonces la Casa Blanca en un comunicado.
Otros expresidentes como Bill Clinton y George W. Bush también se manifestaron a favor de la petición de Washington D.C.
Y durante su campaña, el ahora presidente electo, Donald Trump, le dijo a la cadena NBC que cuando se tratara la cuestión, estaría a favor de "lo que sea mejor para ellos", en referencia a los habitantes de Washington D.C.
Dificultades
Si Washington D.C. se convierte en estado, tendría derecho a dos senadores en la Cámara Alta y a un representante en la Cámara Baja del Congreso.
Este número es el mínimo obligatorio que le corresponde a un estado sin importar la cantidad de sus habitantes.
La población de D.C. es de 658.893 habitantes, según el censo de 2014.
Pero la aprobación de la categoría de estado para D.C. podría crear resistencia en el Congreso dominado por republicanos, según el diario The Washington Post.
Y todo porque los dos nuevos sitios en el Senado que le corresponderían a Washington podrían ser ocupados por miembros del Partido Demócrata.
Esto se debe al resultado abrumador que mostró Washington D.C. a favor de la candidata demócrata, Hillary Clinton (90,54%).
Sin embargo, la declaración de estado no implica automáticamente que los demócratas ocupen los dos nuevos puestos en el Senado.
Una nueva elección debería llevarse a cabo para elegir a los representantes en el Capitolio.
Los ciudadanos de D.C. deberán esperar hasta el 20 de enero para que el Congreso, cuando asuman sus nuevos miembros, discuta la petición para que puedan convertirse en estado y gozar de los mismos beneficios y obligaciones que los otros 50 estados del país.