La imagen capturada en Noruega es desoladora: 323 renos muertos.
Esto fue lo que se encontraron unos cazadores el pasado viernes en la meseta de una montaña del país europeo.
La Agencia Ambiental local informó que la masacre -en la que murieron 70 crías- se debió a una reciente tormenta eléctrica.
Pero si bien no es extraño que un animal -o una persona- sucumba ante un rayo, es la cantidad lo que dejó atónitas a las autoridades.
"Un número así… nunca habíamos pasado por esto antes. Esto es muy raro", dijo Kjartan Knutsen, de la Oficina de Inspección de Naturaleza noruega.
Los renos, como otros animales que van en manada, se mantienen juntos en las tormentas.
Y según la Agencia Ambiental, ello pudo haber contribuido a que fallecieran tantos ejemplares juntos.
En cuatro patas
Para John Jensenius, del instituto Nacional Oceánico y Atmosférico de Estados Unidos, es posible que el rayo haya caído en un animal y, como estaban en grupo,la corriente que se produce en el suelo los haya matado a todos.
"Primero hay un golpe directo -que es lo que la mayoría de la gente imagina cuando piensa en un rayo- que pega en un árbol o en el suelo", le dijo Jensenius al sitio The Verge.
"Entonces la energía se esparce en la superficie, y si estas cerca del ligar donde pegó el rayo, la absorbes".
La energía entra por una pierna y sale por la otra, y como los animales están en cuatro patas, son más vulnerables, pues la energía viaja con más facilidad por sus cuerpos.
Son las corrientes
Según el experto, las corrientes de electricidad que se generan en el suelo son las responsables de la mayoría de muertes y lesiones tanto en animales como en humanos.
Y es esa electricidad que entra al cuerpo y pasa por nuestro sistema nervioso lo que puede hacer que se detenga el corazón.
Por su parte, Olav Strand, del Instituto para la Investigación de la Naturaleza noruego, dijo a la agencia Reuters que "la alta humedad tanto en el suelo y el aire probablemente" contribuyó a la muerte de los animales.
La población de esta especie en esta región de Noruega es de unos 11.000 ejemplares, por lo que este caso el incidente no amenaza su presencia.