Los afectados, procedentes de Siria e Irak y entre los que figuraban niños y embarazadas, fueron trasladados en la tarde del martes a centros de acogida.
La víspera se habían instalado cerca de la ciudad de Sid, pues la Policía croata les impedía entrar en la Unión Europea. La llamada ruta de los Balcanes, a través de la que llegaron a la UE cerca de un millón de refugiados, lleva casi dos años cerrada.
No obstante, en Serbia miles de migrantes mantienen la esperanza de poder cruzar la frontera hacia Hungría o Croacia.
En las últimas semanas, cooperantes serbios denunciaron que ambos países vecinos estaban expulsando a su territorio a migrantes que jamás habían estado en Serbia.