Los cientos de manifestantes que ocuparon este lunes el Parlamento de Hong Kong lo abandonaron cerca de tres horas después, pasada la medianoche del martes local, ante la confirmación de que las fuerzas policiales antidisturbios se disponían a acceder a la sede legislativa.
Las graves consecuencias que podría acarrearles ser detenidos en las instalaciones del Parlamento, que resultaron seriamente dañadas tras el asalto, parecen haber llevado a los manifestantes a desalojarlo.
Poco después, cientos de efectivos antidisturbios -que finalmente entraron en acción, tras horas de pasividad- emplearon gases lacrimógenos para disolver a grupos de manifestantes que permanecían concentrados en las avenidas cercanas al Legislativo.
En una conferencia de prensa, la jefa del Gobierno local de Hong Kong, Carrie Lam, condenó el "extremo uso de la violencia y el vandalismo" por parte de los manifestantes y confió en que "la sociedad honkonesa vuelva a la normalidad lo antes posible".
"El imperio de la ley es de una importancia capital", dijo Lam, quien aseguró que "no es verdad" que su gobierno no haya atendido a las demandas que desde hace semanas le plantean los manifestantes. Reiteró, además, que ha dejado en suspenso el polémico proyecto de extradición a China, que ha desencadenado estas protestas, "sin ningún plan para retomarlo".
Protesta por la "excesiva" injerencia de Pekín
Centenares de manifestantes antigobierno enmascarados habían tomado el Parlamento de Hong Kong, en una acción inédita en la ciudad.
Tras pasar más de cuatro horas intentando echar abajo las puertas del edificio con barras de acero, ladrillos o piedras, irrumpieron en los recintos rompiendo ventanas de vidrio, cantando consignas y pintando de negro el escudo de la ciudad. Pintaron grafitis en las paredes y desplegaron una bandera de la época colonial británica en el podio del hemiciclo.
La irrupción en el Consejo Legislativo se produjo tras la multitudinaria manifestación de este lunes, día en el que se conmemoraba el 22º aniversario del traspaso a China de la soberanía sobre Hong Kong por parte del Reino Unido.
La citada marcha, en la que participaron 550.000 personas, según los organizadores, se convocó en protesta por la "excesiva" injerencia de Pekín en el gobierno de la ciudad y para demandar la retirada del polémico proyecto de ley de extradición así como la dimisión de la jefa del Ejecutivo local, Carrie Lam.
El Parlamento ha sido el foco de las manifestaciones de las últimas semanas contra un proyecto de ley del gobierno para autorizar las extradiciones a China continental, entre otros países. Debido a la magnitud de la insatisfacción popular, Carrie Lam decidió suspender temporalmente el tratamiento del controvertido texto.
Las marchas reflejan el temor de los habitantes de Hong Kong ante la creciente influencia del gobierno de China con la ayuda de líderes del mundo de las finanzas en la ciudad. Los activistas, jóvenes estudiantes en su mayoría, prometieron continuar con su campaña de desobediencia civil. "Pase lo que pase, no perderemos el ánimo", declaró Jason Chan, un contable de 22 años. "La resistencia no es una cuestión de un día, es a largo plazo".
El domingo, decenas de miles de simpatizantes del gobierno se manifestaron para apoyar a la policía, en una muestra de la brecha creciente que divide a la sociedad hongkonesa.
Reacción internacional
El Reino Unido manifestó este lunes su apoyo "indefectible" a las libertades de Hong Kong.
Por su lado, la Unión Europea (UE) llamó a "evitar la escalada" y a un diálogo. "Las acciones de hoy por parte de un pequeño número de personas no son representativas de la gran mayoría de los manifestantes, que han sido pacíficos" hasta ahora, escribió en un comunicado una vocera de la jefa de la diplomacia de la UE Federica Mogherini.