Una polémica se abrió en Argentina luego de que el intendente de la localidad de San Juan, Leopoldo Soler, propusiera sacrificar a los perros callejeros si no eran adoptados y/o reclamados en un periodo de seis meses.
La idea de Soler era crear un refugio para dar frente a la sobrepoblación de canes en la zona.
"El destino final de los animales que no sean reclamados por sus dueños o que no sean adoptados, será la eutanasia”, sostuvo el intendente quien pronto dio marcha atrás de sus declaraciones.
“El proyecto se ha visto desalentado por dos motivos. Uno de ellos es que desde Ambiente (de la provincia) no van a permitir que pueda existir la eutanasia, entonces ya no podremos darle continuidad. No tendríamos presupuesto suficiente para mantener la comida para esos animales que no son todos, son aquellos que no encuentran un encauzamiento en la comunidad", explicó días después la autoridad trasandina a La Nación.
Añadió: "Otro motivo es que ya algún concejal se ha expedido en contra de este proyecto públicamente, lo que da cuenta de que no va a haber un consenso como el que este intendente pretende, que es la aprobación por unanimidad”.
En una primera instancia, la propuesta había surgido tras el fallecimiento de un hombre de 53 años el pasado 3 de abril, quien murió al ser atacado por una jauría de perros.