AFP

Perú ordenó este viernes la expulsión del embajador de Venezuela en Lima en protesta por la "ruptura del orden democrático" en ese país, y Caracas respondió de igual manera exigiendo la salida de un diplomático peruano, en un aumento de las tensiones entre los dos países.

La cancillería peruana otorgó el viernes un plazo máximo de cinco días al embajador de Venezuela, Diego Molero, para que abandone Perú. En Venezuela, el gobierno respondió expulsando al encargado de negocios de Perú en Caracas, Carlos Rossi, quien también tendrá cinco días para abandonar el país.

Molero estaba en el cargo desde octubre de 2014. Anteriormente fue embajador en Brasil. 

"En virtud de la medida adoptada por el gobierno del Perú, nos vemos en la lamentable obligación de expulsar al Encargado de Negocios del Perú en Venezuela", señaló la cancillería en un comunicado.

Tachó al presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski de "enemigo" de Venezuela, acusándolo de "interferir continuamente" en sus asuntos internos.

La expulsión del diplomático, una medida sin parangón en los anales de la diplomacia peruana en las últimas cuatro décadas, había sido solicitada por el Congreso del Perú a principios de semana.

"El Gobierno peruano ratifica su firme disposición de continuar contribuyendo a la restauración de la democracia en Venezuela", señaló el gobierno en un comunicado.

Expulsión, pero no ruptura 

La posición de Perú hacia Venezuela cobró un giro radical desde el inicio del mandato de Kuczynski, en julio de 2016, en reemplazo del nacionalista Ollanta Humala, quien era percibido como un aliado moderado de Maduro. 

Kuczynski no ha perdido ocasión para llamar a la solidaridad con los venezolanos y denunciar una crisis humanitaria en Venezuela como consecuencia de la escasez de alimentos y medicinas que se registra en ese país bajo la gestión del gobernante chavista.  

A fines de marzo retiró a su embajador en Caracas, tras llamarlo en consulta en protesta por las críticas desmedidas del gobierno de Maduro contra Kuczynski.

La expulsión se produce luego de la "Declaración de Lima" que suscribieron 12 países de la región, condenando una ruptura de la democracia en Venezuela y desconociendo la instalación de una Asamblea Constituyente impulsada por Maduro, cuya elección calificaron de ilegítima.

Venezuela entregó a esos países una nota de protesta, pero Lima no aceptó sus "términos inaceptables" y dio por "no recibido" la comunicación de Caracas, acotó el comunicado de la cancillería.

La posibilidad de expulsar al embajador de Venezuela en Lima era una alternativa que evaluaba el gobierno peruano como parte de las medidas unilaterales que se barajaron durante la reunión de cancilleres en Lima, admitió en las últimas horas el canciller peruano, Ricardo Luna.

Luna marcó la posición peruana el martes al subrayar que "Venezuela es una dictadura". "Se ha roto el orden democrático y se tiene una situación de facto", afirmó.

La expulsión no implica un rompimiento de las relaciones diplomáticas entre Lima y Caracas, una opción descartada esta semana por Kuczynski.

El gobierno peruano también ha expresado "su pleno respaldo y solidaridad" con la Asamblea Nacional (Parlamento), de mayoría opositora, "democráticamente electa", como destacó la 'Declaración de Lima'.

En Venezuela, la ola de manifestaciones, impulsadas por la oposición para exigir la realización inmediata de comicios generales y la salida del gobierno, ha dejado más de 125 muertos en los últimos cuatro meses.

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