El gobierno peruano declaró el jueves el estado de emergencia durante 60 días tras un derrame de petróleo en una zona de la Amazonía donde habitan cinco comunidades indígenas.

La decisión se aplica en Manseriche, en la región selvática de Loreto, donde la rotura intencional de un oleoducto afectó quebradas que desembocan en el río Marañón, según el decreto publicado en la gaceta oficial. El derrame ocurrió el 18 de junio a raíz del sabotaje del Oleoducto Norperuano operado por la empresa estatal PetroPerú, que transporta crudo desde la Amazonía al Pacífico.

La Defensa Civil dijo que 1.230 familias nativas se han visto afectadas por la fuga de crudo, por lo que ha tenido que repartirles agua. En protesta por lo ocurrido, cientos de indígenas provistos de lanzas ocuparon el sábado una estación petrolera en Loreto, lo que provocó la paralización del oleoducto.

Esto ha causado pédidas de dos millones de dólares diarios, según la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE). "Esta situación no hace más que agravar la crisis por la que atraviesa el sector hidrocarburífero peruano, golpeado por la caída de la producción, pérdida de reservas y contracción de la inversión", dijo Pablo de la Flor, director de la SNMPE.

El Oleoducto Norperuano ha registrado 29 actos de sabotaje desde 2014, lo que afecta las finanzas de PetroPerú, que ha gastado más de 80 millones de dólares en reparar estos daños, según De la Flor. Ese oleoducto es una de las obras de mayor envergadura del país. Fue construido hace cuatro décadas y transporta el crudo desde la región amazónica hasta la costa, extendiéndose por unos 800 km.

Desde hace dos años, más de 120 comunidades indígenas piden al gobierno peruano que les consulte antes de firmar contratos de explotación de hidrocarburos en la Amazonía para evitar más derrames de petróleo. A comienzos de este año la misma estación de Petroperú permaneció ocupada durante varias semanas por miembros de las comunidades.

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